Villa Lugano: vecinos marcharon por el joven que murió por falta de atención médica
Se cumplió un mes del fallecimiento de Martín Firma Paz, de 29 años.
Se cumplió un mes del fallecimiento de Martín Firma Paz, de 29 años.
Este martes 28 de noviembre se cumplió un mes de la muerte de Martín Firma Paz, por eso los vecinos de Villa Lugano marcharon para pedir justicia y que CeSAC 3 (Soldado de la Frontera 5144, Comuna 8), donde intentó atenderse pero no había personal disponible, esté en condiciones para que no se vuelva a repetir una situación similar.
“La vida de Martín era valiosa para sus seres queridos. Cada vida es valiosa, queremos la Guardia de 24 horas en la salita de Lugano 1 y 2”, dijo la electa legisladora capitalina por Unidad Porteña, Victoria Montenegro. Facundo Roma, integrante de la Junta Comunal 8, dijo: “La Guardia estaba cerrada, sin médicos ni ambulancias. No queremos más Muertes, que esté la guardia abierta las 24 horas y con pediatría”.
El 28 de octubre, Martín Firma Paz, de 29 años, llegó hasta la puerta de la guardia del CeSAC 3 descompensado y convulsionando. Según relataron vecinos, no había profesional médico para atenderlo ni ambulancias. El joven agonizó durante varios minutos en la vereda. Falleció al rato en el Hospital Santojanni (Pilar 950, Liniers, Comuna 9).
La legisladora porteña María Rosa Muiños (Bloque Peronista) pidió informes al Poder Ejecutivo sobre el estado de este centro de salud. Le solicitó saber la cantidad de personal asignado y sus horarios. También si hay ambulancia disponible y cómo se procede en emergencias con riesgo de vida, tal como le sucedió a Martín Firma Paz. Añade si hubo denuncias penales o administrativas por falta de insumos y medicamentos.
“Esto no es un hecho aislado: son varios los testimonios que denuncian el vaciamiento del Centro de Salud de Lugano 1 y 2, un barrio con casi 100 mil habitantes. Es largo el prontuario de fallecidos que se ha llevado la falta de equipamiento y de guardia médica. Los Vecinos denuncian que la salita no cuenta ni siquiera con algodón y muchas veces son los propios médicos quienes tienen que comprar los materiales básicos”, enfatiza el proyecto de Muiños.
En 2009, el Juzgado Contencioso, Administrativo y Tributario N° 7 de la Ciudad otorgó la medida cautelar solicitada por los vecinos que ordenaba mantener abierto este centro de salud. Ya en ese entonces se hablaba de problemas en el CeSAC. La sentencia favorable quedó firme en 2010. Los vecinos denuncian que las irregularidades continuaron pese a la voz judicial.
Julián Morínigo, presidente de la ONG local Formando Ciudadanos, dijo: “El Centro de Salud no funciona como corresponde hace bastante tiempo. El Ejecutivo porteño la cerró tres veces y las tres veces lo tuvieron volvieron a abrir por vía judicial. Desde el 2015 venimos pidiendo reuniones con la ministra de Salud, Ana María Bou Pérez, y nunca nos recibieron. Estos pedidos se realizaron en el marco de la Comisión de Salud, Acción Social y Medio Ambiente que depende del Consejo Consultivo Comunal 8, órgano oficial reconocido por la Ley de Comunas. En la Guardia no hay pediatras, no hay insumos y no hay elementos básicos como un otoscopio, que cuesta entre $600 y $1.500 pesos. Tampoco cuentan con un desfibrilador, electrocardiograma y ropa de cama básica para los pacientes”.