Víctor Hugo Morales pide $1.000.000 a la patota que lo atacó en Barracas cuando hacía una nota contra Clarín
Los atacantes, en el marco de una audiencia, ofrecen 1.000 pesos. La agresión ocurrió en 2015, a raíz de una calle obstruida por la empresa enfrentada al relator.
El periodista Víctor Hugo Morales pedirá $1.000.000 (un millón de pesos) a los integrantes de una patota que lo agredió en el barrio porteño de Barracas (Comuna 4) cuando hacía una nota sobre la supuesta apropiación del Grupo Clarín del tránsito en la calle Ascasubi al 2400. Los agresores le comunicaron que ofrecen $1.000 (mil pesos).
En su programa en AM 750, el locutor dijo que un policía fue hasta C5N, en el barrio de Colegiales, a notificarlo de que había una propuesta por parte de los agresores y que debía presentarse en el juzgado para decir si aceptaba o no el ofrecimiento de reparación económica. La audiencia será este jueves a las 11, según indicó VHM.
En abril de 2015, Víctor Hugo hacía una filmación para su programa Bajada de Línea en la calle Ascasubi al 2400 para denunciar que la empresa Grupo Clarín restringía el tránsito de esta arteria pública.
En un momento, un auto frenó ante el periodista y su equipo técnico, y un grupo de personas empezó a amedrentarlos: “Váyase, váyase, bajá la cámara, maricón, salí de acá, boludo”.
Víctor Hugo reflexionó al respecto en ese entonces: “El hecho vandálico en sí no es la agresión que sufrimos con mi equipo por parte de unas ocho o nueve personas, sino la humillación del resto de los vecinos que ejerce el Gobierno de la Ciudad, que le hace el juego a un grupo mediático que se apropió en forma indebida de una parte de la misma. Es inconcebible, se robaron un pedazo de calle para poner un depósito como si fuera de su propiedad”.
“Es un espacio de unos mil metros donde hay ejemplares de devolución de Clarín y de Olé, era eso lo que queríamos filmar”, indicó Morales. La pared de cuatro metros de altura, con una garita del grupo Clarín y una barrera para controlar la circulación, cierra la calle Ascasubi entre Luna y Magaldi, en el límite con la villa 21-24 de Barracas. Del lado de enfrente funciona un estacionamiento de la planta impresora del grupo. La Procuración porteña adujo que “no está probado que el muro exista ni que lo haya construido el grupo Clarín”, consignaba Página 12.
la Sala Séptima de la Cámara del Crimen confirmó el procesamiento dictado en primera instancia por el juez Jorge De Santo contra Claudio Daniel González, quien quedó registrado en la filmación como la voz cantante de la exigencia para que Morales se retirara del lugar. Cabe tener por acreditadas las amenazas que el causante formulara al equipo de trabajo del programa Bajada de línea, tal como parte de ellos refirieron. En efecto, el imputado se hizo presente en un vehículo de color blanco con el que rozó las piernas de Morales -sin hacerlo caer-, tras lo cual, entre otras cosas, les refirió Ustedes no vinieron a hablar con ninguno de acá para esto, tómatelas. Vos baja esa grabadora, tomátelas, dale, tomátelas, váyase, váyase, váyase, no quiero que me explique nada, váyase, no quiero hablar con nadie, váyanse, tómensela, dale, no, no le vamos a explicar nada. Váyanse, váyanse, vos también, bajá la cámara, maricón. Bueno dale, llevátelo a este chabón boludo, dale, vamos llévenselo, dale”, consigna Tiempo.
Como consecuencia de ello, los periodistas se vieron obligados a retirarse del lugar sin poder realizar su trabajo, sostiene el fallo. Los jueces Juan Cicciaro y Mariano Scotto coincidieron en que las frases intimidantes que González habría proferido habrían tenido el propósito de obligar a los damnificados a realizar algo contra su voluntad, en el caso, que se retiraran del lugar.