Vecinos se oponen al traslado del árbol de Guernica por el Paseo del Bajo
El centenario ejemplar está al pie de la estatua a Juan de Garay, al norte de Casa Rosada, que correrá igual suerte.
El centenario ejemplar está al pie de la estatua a Juan de Garay, al norte de Casa Rosada, que correrá igual suerte.
El gobierno de la Ciudad anunció la creación del Paseo del Bajo, una obra enorme de infraestructura para mejorar el tránsito en el centro porteño que incluirá un Parque con muchas hectáreas verdes. Agrupaciones vecinales denuncian la contracara de este emprendimiento: el traslado de monumentos históricos.
“El progreso de la mano de Horacio Rodríguez Larreta se impone sobre el exterminio del eslabón más débil del patrimonio cultural: las esculturas y conjuntos monumentales, los árboles y los espacios verdes”, denuncia Basta de Demoler y agrega: “El Parque del Bajo, es el oxímoron que la gestión intenta imponer para no referirse a la desaparición del Parque Colón”.
“Al traslado de la escultura de Cristóbal Colón sufrido en el 2014, ahora debemos preocuparnos por el inminente nuevo traslado de la estatua del fundador de Buenos Aires, don Juan de Garay ( de 1914 ) y hasta el árbol sagrado de Guernica es centenario (lo plantaron en 1919), como así también la de media superficie de la Plaza Colón incluida la Cripta histórica del Monumento de Colón (de 1921), la escultura de Juana Azurduy (de 2015) y la del monumento al Almirante Brown (de 1919)”, detallaron.
El árbol de Guernica porteño es un retoño del original asentado en el País Vasco. Fue una seña de hermandad argentino-vasca en años del Centenario patrio. Es el único en su especie el suelo capitalino. Antes hubo otros en una cancha de pelota en San Cristóbal y en la asociación Laurak Bat.