Vecinos de La Boca en situación de calle protestaron en la reinauguración del Transbordador Nicolás Avellaneda

Este jueves Vialidad Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires reinauguraron, luego de casi 60 años de estar en desuso, el Transbordador Nicolás Avellaneda, un ícono de la porteñidad y uno de los últimos ocho en su tipo en todo el mundo. Al festejo asistieron con pancartas las 30 familias que hace dos meses duermen en plena calle, a metros del lugar, porque se quemó su conventillo. Denunciaron que los entes capitalinos no les han brindado una solución habitacional en todo este tiempo. La protesta la había adelantado este medio, luego de hablar al comienzo de la semana con vecinos damnificados.

“Queremos que nos escuchen. No queremos sentirnos invisibles una vez. Al lado nuestro van a estar de inauguración y acá hace dos meses vivimos en las peores condiciones, no es justo”, había dicho a Pura Ciudad Milena, una de las vecinoas que tiene que dormir con sus hijos en una carpa de lona al lado del Riachuelo.

Durante el acto de este jueves, la Prefectura Naval Argentina había montado un cordón humano para impedir el paso de los vecinos y resguardar el desarrollo del acto.

Junto a los vecinos que duermen en la calle estuvieron instituciones del barrio como La Boca Resiste y Propone y El Hormiguero. “Con desalojos no hay festejo”, rezaba una bandera negra y letras blancas preparada para la ocasión.

“Los chicos la pasan mal. Mi nena esta con neumonía. Hoy la llevé al hospital. Desde el incendio los chicos están con vómitos, diarreas, fiebre. Todo empezó tras el incendio. Todo el invierno dormimos en las carpas”, había agregado.

Según reconstruyeron fuentes policiales, uno de los habitantes del conventillo, tras golpear a su pareja, prendió fuego un colchón y escapó. Luego fue detenido e identificado como Miguel Ángel Torres, quien ya tenía antecedentes por violencia. Eso desencadenó las llamas que dañaron en parte la estructura edilicia. Como las habitaciones estaban subdivididas por tabiques de madera, el fuego se expandió rápido. Por este hecho murieron Beatriz Méndez (60 años), su hija Jackelin Vedia (20), el marido de la joven, Jesús Mansilla (23), y Zoe (1), hija de ambos.

A principio de agosto, la titular del juzgado N° 6 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Patricia López Vergara, le exigió al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) satisfacer las necesidades económicas y materiales de las familias. Sin embargo, a un más de un mes de la medida judicial las carpas siguen tendidas.

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