Un mural en San Telmo recrea la obra de Carlos Gorriarena sobre el Pacto de Olivos y la transición presidencial de 1989

Se inauguró en mayo de este año en Chacabuco 879. El cuadro original es de 2006, un año antes del fallecimiento de su autor.

Por Juan Manuel Castro

Un sacudón de historia y política sorprende a vecinos, transeúntes y turistas en San Telmo. Es una imagen que está grabada a fuego, como el Cabildo de Mayo o los estallidos del 2001.

En lo alto del garage de Chacabuco 879 desde este otoño se disfruta un mural que reproduce el cuadro “Sombras”, del pintor argentino Carlos Gorriarena (1925-2007), el cual recrea la icónica caminata de Carlos Menem y Raúl Alfonsín, síntesis de la transición presidencial de 1989.

En el imaginario popular, la toma se confunde con el Pacto de Olivos de 1993 -que desencadenó al año siguiente en la reforma de la Constitución nacional y la Autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, que cumple un cuarto de siglo.

El mural se realizó gracias a la solicitud presentada por vecinos que lograron el apoyo del Ministerio de Ambiente del Gobierno porteño. Varios artistas se subieron a una grúa a comienzos de marzo.

La inauguración se hizo el 5 de mayo durante una tarde de festejos callejeros, sobre Chacabuco 800, que incluyeron una feria de la Cofradía de Libreros del Viejo San Telmo y la entonación del himno del barrio.

“Mucha gente pasa y entra a preguntar. Yo estoy hace un mes, pero veo que el mural llama mucho la atención, como que no se lo esperan”, dice a Pura Ciudad el playero del garage.

Gorriearena es una figura clave del arte contemporáneo argentino, con el corazón puesto en San Telmo. De hecho, tenía su taller en el Pasaje San Lorenzo y en el presente el Vesco-Gorriarena Lugar de Arte está sobre Chacabuco 866, frente a la reproducción de Sombras.

Gerónimo Gorriarena, su hijo, reflexionó ante la presentación del mural: “Pintor de lienzos de importantes proporciones, afirmaba que los cuadros no tenían que convivir graciosamente con el ambiente cual objeto decorativo, sino que estaban destinados a romper la pared en la que se los colgaba. Tenían que incomodar”.

“San Telmo es ahora poseedor de un mural que rompe una de sus paredes, producto de un trabajador de la pintura que pintaba a pocas cuadras. El significado del mural será tarea del barrio”, añadió.

En el garage de Chacabuco además se fijó una placa alusiva con la leyenda: “Homenaje al artista Carlos Gorriarena. 1925-2007. Reproducción de su obra Sombras 2006. Abril de 2019”.

Su viuda, Silvia Vesco, da pistas de la inspiración de Gorriarena: “Él trabajaba mucho con recortes de diarios y revistas, documentaba con gráficas, cualquier imagen o foto que lo impactaba la separaba y pegaba en unos cuadernos que tenía. Lo que había recortado ahí era algo que él suponía que trabajaría durante ese año”.

Sus dichos coinciden ya que el cuadro recrea la fotografía que muestra de espaldas al entonces presidente Raúl Alfonsín caminando junto al recientemente electo Carlos Menem en la Quinta de Olivos, durante el diálogo por la transición. Por la crisis económica y social, se acordó adelantar la asunción de este último.

Se trata de una toma histórica del fotógrafo de Presidencia de la Nación Víctor Bugge. En 2009, en el marco del fallecimiento de Alfonsín, el autor dijo a Radio 10: “La foto habrá sido tomada (el miércoles 31 de mayo de 1989) las 11 de la mañana. A partir de que se sospechaba que andaba algún micrófono cerca, fueron a caminar. A mí Alfonsín me confesó que lo había convocado a Menem para proponerle el adelanto de la asunción. Él le preguntó a Menem cuándo quería asumir y la respuesta fue: ya”.

“No sabían que les iba a sacar la foto. Fue hecha con un lente especial y los seguí siempre de espaldas .Yo la tengo como una de las fotos principales”, sumó.

También en 2009 se realizaba en el Centro Cultural Recoleta la exposición “Gorriarena siglo XXI” con 35 obras que el artista hizo antes de morir. “La pintura de Gorriarena siempre fue un camino riesgoso, su obra fue destilada insistentemente de las invisibles heridas, a veces cicatrizadas otras no, que acompañaron su existencia”, señaló su curador Raúl Santana.

En ese contexto, Luis Felipe Noé reflexionó ante Clarín: “El color en su obra es un adjetivo calificativo, pero fuerte, potente: como una puteada. Él es figurativo, y ahí está el sustantivo en la figura, pero él no hace hincapié en el dibujo, en la línea, sino en los colores, que son como un adjetivo fuerte”.

El año pasado en La Plata se inauguró una estatua de Raúl Alfonsín, hecha por el artista Carlos Benavidez, que recrea el momento fotografiado por Bugge y recreado en la obra de Gorriarena.