Títeres y baile flamenco en el Patio Andaluz del Parque Tres de Febrero: “Un proyecto con mucha libertad”
Hace cinco años la diseñadora y titiritera Ayelén Allende junto a un equipo de artistas realiza Pequeño Teatro Flamenco, con funciones a la gorra.
Por Juan Manuel Castro
Con el Patio Andaluz del Parque Tres de Febrero como escenario, el Pequeño Teatro Flamenco ofrece los fines de semana espectáculos de títeres y clases de baile a la gorra. Este es un proyecto creado hace un lustro por la diseñadora y titiritera Ayelén Allende, con la participación de diversos artistas del Teatro San Martín.
“El proyecto surge por una necesidad personal de expresarme. Lo fui puliendo, pensándolo siempre con mucha libertad, para poder expresarme, disfrutar del aire libre y conocer gente”, cuenta Ayelén a este medio. “Hace cinco años que empecé, busco que crezcan mis títeres en sentido plástico, interpretativo; me alegra poder invitar maestros titiriteros con décadas de vocación, mucho corazón”.
Ella es una artista multifacética y ha tenido diversas vivencias que enriquecieron su perspectiva para idear la propuesta cultural. Cuenta que su familia es española, nació en Viedma y vino a la Ciudad de Buenos Aires a estudiar, donde se recibió de diseñadora industrial (FADU). Conoció el Patio Andaluz de Palermo al dibujar perspectivas del Rosedal para una tarea. El lugar la conmovió al instante.
Por otra parte, durante un viaje por Europa entró en contacto con artistas circenses, donde conoció su dinámica. “Hacía volantes, estaba con los títeres. Encontré en ese lugar trabajo para hacer, empecé a pensar en el concepto de vivir del arte”.
Empezó a estudiar en la Escuela de Titiriteros Ariel Bufano del Teatro General San Martin y más tarde integró el elenco estable de titiriteros de esta sala porteña. “Estaba ilusionada por la parte constructiva, de los elementos que usábamos”. A varios los convocó para el proyecto. Por si fuera poco, hace más de una década baila flamenco.
“Tenía todas esas disciplinas en mi cabeza mezclándose”, cuenta sobre la génesis del Pequeño Teatro. “Me dije “voy a trabajar con títeres en la calle” como cuando estaba de viaje afuera”.
La primera puerta que tocó fue en el Gobierno porteño: “Saqué un permiso con las autoridades del Parque Tres de Febrero para estar con los títeres. Alejandro Pérez (entonces director del parque, hoy presidente de la Junta Comunal de Palermo) me recibió en su despacho y le conté del proyecto, que había presentado también ante el Ministerio de Ambiente y Espacio Público. También ayudó Martín Cantera y equipo”.
“Les gustó la propuesta y dieron su apoyo para que se pueda hacer. Fue fundamental. Es importante que las instituciones apoyen a los artistas”.
En estos cinco años el proyecto fue experimentado distintas aristas. “Con una amiga y compañera, Analía Quiquinto, bailarina de folclore y flamenco, hacemos tardes de sevillanas en El Rosedal, donde la gente conocía el Patio y podía aprender a bailar. Todo lo hacíamos a la gorra y con lo que obteníamos lo reinvertíamos en remeras, volantes, todo aquello que mejorara la calidad de la propuesta”. Las clases continúan.
En 2017 Ayelén presentó el proyecto en Mecenazgo Cultural (apoyo financiero de empresas privadas mediante la deducción de impuestos, con supervisión del Ministerio de Cultura porteño) y fue aprobado. “Se pudo concretar con un banco que fue mecenas. Con ese dinero se pudo comprar un amplificador, micrófono para darle más calidad”.
Al recibir ese espaldarazo se pudo dar continuidad a la propuesta, que tiene varias fechas programadas y con un nutrido grupo de artistas de distintas vertientes.
“Cuando empecé el proyecto me entusiasmé con algo al aire libre, en el espacio público, pero lejos de la hostilidad de calle. Encontré en este Patio un lugar único para hacer la propuesta de títeres y flamenco con buen nivel artístico para todo público, para todas las personas que van al parque”, concluye Ayelén.