Terminan la refacción de la fachada del Obelisco en la previa de su 85º aniversario

El máximo monumento porteño fue inaugurado el 23 de mayo de 1936.

El Gobierno de la Ciudad terminó las obras de refacción en el Obelisco, que duraron 45 días. Entre los trabajos, se realizaron tareas en la fachada del monumento y la reja perimetral que impide el ingreso a su contorno, en la esquina de Corrientes y 9 de julio. El próximo domingo 23 de mayo el máximo emblema porteño cumplirá 85 años.

Las obras habían comenzado el 27 de marzo y acabaron el pasado 12 de este mes. Se utilizaron 310 litros de pintura y se restauró el enrejado que lo rodea a través de un tratamiento llamado decapado, que logró poner en valor el metal original del cual están hechas las rejas.

La Cámara de Empresarios Pintores y Restauraciones Afines de la República Argentina (CEPRARA) fue la encargada de llevar a cabo la refacción, vigilada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad. Fue la novena vez que esta Cámara se encargó del mantenimiento del Obelisco, el cual suele ser víctima de vandalismo, pintadas de graffities o las inclemencias climáticas debido a su altura y antigüedad.

Según detalló la Ciudad, en la fachada del monumento se hizo un hidrolavado de la estructura para quitar los residuos presentes, sumado a un retiro de vegetación y revoque mal adherido y una renovación total de la pintura, con tres manos. 

En tanto, en el enrejado además del mencionado decapado, se aplicaron dos manos de un convertidor de óxido y dos de un esmalte sintético, que buscó proteger su estructura.

Al anunciar el fin de las obras, la ministra Clara Muzzio destacó la importancia de “recuperar el esplendor de uno de los grandes símbolos de la Ciudad”. Inaugurado el 23 de mayo de 1936, el Obelisco tiene una altura de 67,5 metros y cuenta con única puerta de entrada que da hacia Avenida Corrientes, detrás de la cual hay una escalera marinera de 206 escalones con siete descansos que lleva a la cúspide.