Sobreseyeron a los hermanos de Floresta acusados de integrar una célula argentina de Hezbollah
Axel Ezequiel Abraham Salomón y Kevin Gamal Abraham Salomón pasaron 22 días presos. El juez federal Sebastián Ramos determinó que no tenían vínculo alguno con la entidad fundamentalista islámica. La comunidad musulmana argentina denuncia estigmatización.
El juez federal Sebastián Ramos sobreseyó a los hermanos del barrio porteño de Floresta (Comuna 10) Axel Ezequiel Abraham Salomón y Kevin Gamal Abraham Salomón, quienes pasaron 22 días presos como sospechosos de integrar una inexistente célula argentina del movimiento fundamentalista islámico Hezbollah.
La denuncia fue realizada por la sección antiterrorismo de la Policía Federal Argentina (PFA), que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, en base a un mail anónimo sobre supuestas actividades terroristas en suelo porteño que recibió la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas).
El juez comprobó que Axel Ezequiel Abraham Salomón “no residía en el domicilio allanado (Emilio Lamarca 405)”, en el que fueron halladas las armas, “sino que su morada se encontraba ubicada en la avenida Nazca de esta ciudad”, junto con su mujer y su hija, de dos años de edad.
El otro hermano, Kevin Gamal Abraham, “sí habitaba el inmueble en el que se halló el armamento irregular”, pero “dichos elementos eran de propiedad de su familia, incluso desde antes de haber nacido el nombrado”.
Cristian Amodou, primo de los dos jóvenes, declaró: “Los detuvieron porque alguien hizo una denuncia anónima. Como viene esto del G20 quieren hacer revuelo. Mi primo tiene un arma del bisabuelo para cazar, pero los dos son pibes divinos que no tienen nada que ver. Tenemos parientes en el Líbano, pero primero somos argentinos”.
El sheij (clérigo) Moshen Ali, un referente de la comunidad musulmana argentina y que conoce a los hermanos Salomón, expresó que la detención se hizo en un contexto de estigmatización de la colectividad musulmana: “Se ha abierto la temporada de caza del musulmán en Argentina. Esta caza de musulmanes a la que estamos asistiendo, la vivimos con asombro, con dolor con estupor. Jamás hubiéramos imaginado que involucraran a chicos de esta edad, inocentes de inocencia absoluta. Acusados de viajar a Medio Oriente, cuando ellos viajaron a Líbano a hacer un curso religioso”.