Senegaleses denunciaron que la policía les roba dinero y les arma causas

Brindaron una conferencia en la Legislatura porteña tras una seguidilla de allanamientos en sus domicilios.

Este miércoles a la tarde en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires los migrantes senegaleses denunciaron que la Policía de la Ciudad les roba ahorros y pertenecías durante allanamientos en las habitaciones donde viven. Además, sostuvieron que les arman causas caratuladas como resistencia a la autoridad y que eso puede perjudicar su residencia.

Esta actividad se desarrolló dentro una reunión conjunta de las Comisiones de Derechos Humanos, presidida por Victoria Montenegro (Unidad Ciudadana) y Prevención de la Violencia Institucional, encabezada por Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores).

“Somos vendedores ambulantes para sobrevivir”, dijo Jackson, uno de los migrantes senegaleses que hizo uso de la palabra. Contó que está casado y tiene dos hijos. Además, él hace envíos periódicos a su familia de África.

Los migrantes contaron que suelen vivir de a varios en habitaciones de hotel familiares, al no tener una garantía para acceder a otro tipo de alquiler. En los cuartos tienen sus muebles y camas y también allí depositan la mercadería.

Había representantes del Ministerio Público de la Defensa quienes recordaron que en 2010 el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires emitió un fallo donde dijo que la venta ambulante para subsistencia de los senegaleses no es punible. Sin embargo, la justicia porteña en los últimos dos años incrementó los allanamientos y operativos contra esta comunidad.

Contaron que antes se hacían actas por presuntas violaciones al artículo 83 del Código Contravencional porteño (usar indebidamente el espacio público). Sin embargo, ahora también los acusan de resistencia a la autoridad, que es un delito en la órbita porteña, y de violar la ley de marcas, que es un delito federal. Esto último puede complicar la residencia de los senegaleses.

Los senegaleses contaron que muchas veces caminaban por la calle sin siquiera estar vendiendo y la policía los demoraba o requisaba. Los migrantes dijeron que fue solo por el hecho de ser de color.

El 8 de junio la Policía de la Ciudad detuvo a 21 personas tras 27 allanamientos en viviendas de vendedores senegaleses de Once y Flores. Confiscaron más de 70.000 productos que los senegaleses revenden. Los migrantes no volvieron a ver la mercadería.

La fiscal Celsa Ramírez, titular de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 35 fue quien ordenó los últimos allanamientos. Denuncia que existen redes mafiosas que usan a los senegaleses como vendedores informales.

Los senegaleses dijeron que no es así, que ellos compran y revenden mercadería. Agregaron que con el argumento de la asociación ilícita los policías allanan las habitaciones donde duermen y es en ese momento cuando les roban ahorros y pertenencias (ropa y artículos religiosos). Añadieron que cuando van a reclamar les muestran actas donde no figura la incautación del dinero en efectivo.

Desde hace dos años un grupo de vendedores senegaleses está en contacto con La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Nicolás Caropesi es quien trata con ellos y afirma: “Lo suyo es un paso más en la precarización. Acceder a la documentación se complejizó. Con una precaria pueden acceder a trámites de AFIP y hacerse monotributistas. La mayoría lo son, pero como bancarizaron los pagos muchos tienen deudas. Estamos viendo para que se pongan al día”.

Caropesi dijo que hay una política común entre la policía y la justicia porteña orientada hacia la xenofobia: “Los transas tienen menos investigación que los senegaleses. Hay problema de racismo. Se aprovechan de su situación de vulnerabilidad, los persiguen y los golpean”.

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