Secta de Villa Crespo: procesaron a 19 imputados por asociación ilícita y trata de personas

Las pruebas reunidas demuestran que “la organización coercitiva investigada captaba personas a través de técnicas de seducción y engaño, en el marco de un proceso que se extendía por años”, según manifestó el juez federal porteño Ariel Lijo.

En el marco de la investigación por la secta con sedes en el barrio de Villa Crespo (Comuna 15), el juez federal porteño Ariel Lijo ordenó la semana pasada el procesamiento de 19 imputados -14 de ellos con prisión preventiva- en orden a los delitos de asociación ilícita destinada a cometer delitos, trata de personas con fines de explotación sexual agravada por el hecho de haber mediado coerción, haber sido más de tres las víctimas y más de tres los victimarios y por haber sido consumada la explotación -reiterado en siete oportunidades que concurren realmente entre sí-, lavado de activos y contrabando agravado, informó el Ministerio Público Fiscal de la Nación.

Hay cinco imputados a quienes no ordenó la prisión preventiva. A ellos el magistrado les fijó cauciones reales de 300 mil y 500 mil pesos.

Por otra parte, dictó la falta de mérito a uno de los médicos de la Clínica CMI Abasto, donde se realizaban “curas de sueño”, entidad que formaba parte de la organización y estaba ubicada a pocas cuadras de la sede de yoga. En tanto, el juez trabó embargo de todos los procesados hasta cubrir las sumas de 1200 millones de pesos o 400 millones de pesos.

De esta manera, el juez consideró probada en esta etapa del proceso la participación de las 19 personas en el delito de asociación ilícita, indicando que una de ellas actuó como líder y al resto como miembros. De todas ellas, 14 fueron procesadas en orden al delito de trata de personas, 10 por lavado de activos y 4 por contrabando, destacan fuentes judiciales.

“Las pruebas reunidas demuestran que la organización coercitiva investigada captaba personas a través de técnicas de seducción y engaño, en el marco de un proceso que se extendía por años. En ese contexto la organización enajenaba a las personas del mundo real mediante la destrucción de sus lazos familiares y afectivos, relegándolas a relaciones interpersonales con miembros de la organización exclusivamente. Para garantizar el éxito de este proceso de despersonalización la organización también albergaba a sus ‘alumnos’ en su sede central ubicada en Avenida Estado de Israel 4453/4453, de la Ciudad de Buenos Aires. El corolario de todo ese proceso era la explotación sexual de los cuerpos ya dóciles y con voluntad doblegada a través del ofrecimiento a diversos clientes”, sintetizó el juez Lijo.

Según consta en el fallo, los imputados formaban parte de una organización coercitiva que, bajo la apariencia de “Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA)” o “Buenos Aires, Yoga School (BAYS)”, se dedicaba a captar personas mediante engaños o en situaciones de vulnerabilidad, tanto por ser menores de edad como por sus graves problemas de adicciones, de salud, diferentes tipos de violencia y situaciones de crisis: “En ese contexto, lograron que carezcan de expectativas de sobrevida fuera de la organización ya que se probó que los acogen mediante residencias, les otorgan trabajos dentro del grupo y se relacionan exclusivamente en su interior desde hace casi treinta años, generando de tal modo una dependencia total de la Escuela”.

La causa tramita en la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal Nº 4, a cargo de Carlos Stornelli, con quien coadyuva la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), a cargo de Alejandra Mángano y Marcelo Colombo.

 

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