Se incendió la Saladita de Constitución e investigan si fue intencional

El fuego afectó el 60% del predio de Santiago del Estero y Brasil.

El 60 por ciento de la Saladita de Constitución delimitada por las calles Santiago del Estero, Brasil y Salta se prendió fuego en la madrugada de domingo. El Gobierno porteño, con ayuda de bomberos, hace las pericias correspondientes para establecer si se trató de un caso intencional.

Los 150 locales de venta de ropa, zapatillas, juguetes, artículos para el hogar, pollos, carne y verduras se derritieron en la madrugada de domingo por las intensas llamas. El techo, un tinglado curvo de chapa, cedió a las temperaturas altas y se desprendió. Hasta la noche hubo peligro de derrumbe. Hubo 120 efectivos que estuvieron dedicados a extinguir el fuego, que no provocó heridos. Participaron seis móviles de Defensa Civil, unidades del SAME, patrulleros de la Policía y ocho dotaciones de Bomberos de la Ciudad.

La Subsecretaría de Emergencias de la Ciudad de Buenos Aires, junto a los bomberos, hizo un análisis físico-químico en el predio. Se tomaron muestras de materiales para determinar en los días próximos las causas del incendio. Si bien no encontraron explosivos o un objeto que determinara en forma incuestionable la generación de las llamas, según trascendió se hallaron elementos combustibles que hacen sospechar que pudo haber sido intencional.

“Esta es la única feria con papeles, en las que todo funciona en regla. Estamos hace años acá. No sé qué pasó. Había dos serenos al momento del incendio. Ahora están peritando. Pudo haber sido cualquier cosa, desde una falla eléctrica hasta los quemacoches que están actuando en el barrio”, dijo la administradora del predio, María Rosa Galán.

Omar Guaraz, el líder de Vendedores Libres que nuclea a manteros de Once y Flores, dijo: “Los puestos de las saladitas se queman y los que se quedan sin trabajo son los compañeros. Nuestra experiencia indica que los incendios son hechos comerciales que buscan tapar transferencias de recursos”.

En 2007 esta feria ya había sufrido un incendio, donde se quemaron 18 de los entonces 60 locales operativos. Ese año también la Aduana y la Afip decomisaron más de 100 bolsas de consorcio repletas de CD, DVD, zapatillas y ropa trucha. Cuatro años más tarde, la Agencia Gubernamental de Control inspeccionó la feria, detectó fallas en la instalación eléctrica y clausuró el lugar.

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