Samuráis porteños: recrean las históricas armaduras y hacen eventos temáticos
Pura Ciudad habló con Patricio Becerra, vecino de Almagro y creador del clan de Kusuniko Masashige. Desde hace seis meses fabrican sus propias vestimentas y recorren eventos culturales.
Hay samuráis sueltos en la Ciudad de Buenos Aires. Desde hace medio año, el clan Kusunoki Masashige recorre ferias medievales para exhibir sus armaduras, katanas y demás elementos que evocan a aquellos guerreros japoneses en la senda de lo mitológico.
El fundador de este clan recreacionista, único en su tipo a nivel local, es Patricio Becerra, un vecino de Almagro. Contó a Pura Ciudad que luego de recorrer ferias temáticas porteñas, un fenómeno cultural en pleno crecimiento, e inspirado por los combates que evocan gestas galesas, celtas (hay incluso de Star Wars), decidió crear una vertiente oriental.
-¿Dónde nace tu aprecio por la cultura samurái?
-Desde chico practico yudo, aikido, y kendo. He tomado un gran respeto por todo lo que es filosofía, historia, uso y costumbres del Japón. Mandé a mi hijo al colegio Nichia Gakuin (Yatay 261, Almagro), que está cerca de casa. Allí hice yudo y estudié japonés.
-¿Cuáles fueron los aspectos que más despertaron tu interés?
-Algo que debo resaltar de la cultura japonesa es el respeto hacia los mayores, refiriéndome a mayores como las personas de la tercera edad, los cuales son venerados por su experiencia y sabiduría. Japón tiene el tamaño de la provincia de Tucumán, padeció dos bombas nucleares, tsunamis, terremotos y aun así sigue siendo potencia.
-¿Cómo surgió la iniciativa del grupo de recreacionismo?
-Fui miembro de la Policía Federal Argentina. A mi retiro, comencé a concurrir a ferias medievales con un microemprendimiento familiar de tortas galesas. Vi las recreaciones de batallas vikingas, escocesas, medievales europeas, nórdicas. Comencé a cuestionarme por qué no había recreacionismo oriental.
Tiempo después, en diciembre de 2016 el grupo de esgrima medieval Valherjes (Marcos Villani y Valy Wainer) organizó en un predio de la localidad de Remedios de Escalada una feria medieval. Ellos sabían que yo había empezado a gestar el clan samurái. En esa fecha éramos nada más que tres personas. Los organizadores nos presentaaaron en público. Sirvió para convocar más gente.
-¿Cuánta gente colabora en la actualidad?
-Actualmente somos ocho. El clan recién está por cumplir seis meses de vida. Los atuendos, katanas y armaduras son confeccionados lo más similar posible, ya que tratamos de hacer recreacionismo, no fantasía o cosplay.
-¿Cuáles fueron los mayores desafíos de llevar esta idea adelante?
-El primer desafío fue poder ser aceptados en las ferias medievales y clanes de recreación. El medioevo europeo y el oriental no coinciden con los tiempos de historicidad.
El costo de las armas, vestimentas y algunas armaduras o kabutos (casco oriental) también eran un desafío. Ayudándonos con artesanos de la feria medieval, empezamos a descubrir cómo reciclar o modificar algunas cosas para que sea más económico y no se pierda la autenticidad. Muchos de los kimonos femeninos son de seda (confeccionarlo sería un monto altísimo solo en materia prima), pero en Japón en verano se suele usar un yukata (kimono de verano), que es una variante del algodón estampado. Solucionamos ese tema gracias a una integrante del clan, Sara Rivero, que diseña moda oriental sin perder la perspectiva de la historicidad.
-¿Cuál es la reacción de la gente ante esta propuesta?
-Sorpresa, ante todo. Muchos de los que se acercan son practicantes de alguna disciplina marcial. Otros se interesan por descendencia y otros netamente porque les atrae la cultura oriental.
-¿Cuáles son las preguntas frecuentes?
-La pregunta más frecuente que surge siempre es de los chicos: ¿La Katana es de verdad?
En las ferias medievales no se permiten armas con filo: ni en combate ni en recreación. Es para evitar accidentes innecesarios.
Las personas más entendidas preguntan las diferencias entre las medidas de katanas, tachi, tanto, etc.; siempre tratamos de dar una pequeña charla introductoria y después despejamos las dudas.
-¿En qué lugares de la Ciudad de Buenos Aires uno puede aprender de la cultura del Japón?
-En el museo de Armas de la Nación existe un pabellón netamente destinado a lo samurái, con exposición de los yoroi (armaduras), katanas (espadas), Kabutos (cascos).
En el Jardín Japonés, de acuerdo a la fechas, se dictan talleres de sumie, origami, bonsái. Cuentan con una extensa biblioteca y diccionarios de idioma Japonés–Español.
Hay muchas escuelas privadas de idioma Japonés, he incluso en facultades también dan diferentes cursos de idioma. En el colegio Nichia Gakuin se dan cursos de cocina japonesa, manga (historieta) y anime (series animadas).
-¿Se puede decir que hay un circuito de lugares y ferias para descubrir?
-Las ferias medievales existen en toda Europa. Uno puede recorrer puestos y ver recreaciones de batallas, lo que se considera un deporte. Argentina tiene un seleccionado llamado Los Cóndores. Es una práctica en auge.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires proporciona un lugar donde se realizan estas ferias dos veces por año. Es el Espacio Cultural del Sur, en Caseros al 1700 (Dirección General de Promoción Cultural). El evento se llama “Burgo del Sur”.
Existen otros lugares donde también suelen hacerse estas ferias fuera de la Capital Federal.
-¿Cuáles son los planes a futuro?
-El plan a futuro con mi clan es seguir creciendo, poder seguir mostrando a la gente la cultura japonesa, seguir sumando participantes y poder sumarnos a las distintas festividades japonesas que se realizan en todo el país.
– ¿Qué necesitan para que este proyecto crezca?
-Ningún clan de recreación cobra por su presentación, lo hacemos por el afán de mostrar lo que queremos representar, nuestros atuendos, los confeccionamos nosotros, los trasladarnos a ferias, con carpas, cascos, escudos, es un gasto que hace cada integrante del clan. Hay eventos solidarios, como el que realizamos en Mechita (Provincia de Buenos Aires) donde estuvimos haciendo ferias para recaudar para reconstruir la sede social del pueblo que fue devastada en un incendio.
-¿Cuentan con alguien que los asesora con respecto a ropas?
-Tengo amistad con el Sr. Daihachi Hirae quien vive en Ashikita-machi Ashikita-gun, Kumamoto y es quien dirige el grupo de recreación samurái en Japón. También contamos con el Sr. Dave Tatcher quien es dueño de Samurai Armour Nihon No Katchu en Gran Bretaña y se dedica a la restauración de armaduras originales de diferentes periodos. Ellos nos han ayudado con información, moldes y formas de confeccionar algunas cosas a la usanza antigua.
-¿Les gustaría que la embajada japonesa o alguna firma japonesa pudiera patrocinarlos?
-Sería un privilegio ya que nos permitiría confeccionar más cosas o mostrar más cosas de la cultura que podríamos confeccionar o mismo mostrarlo en lugares más distantes de la ciudad donde participar.