Ricardo Morato: “El voto electrónico es un sistema seguro y veloz”
Se viene el voto electrónico, aunque no se lo quiera llamar asi. Nuevas tecnologías para las próximas elecciones. Ricardo Morato, una de las principales espadas del sciolismo en la Ciudad de Buenos Aires, explica todo lo que se viene con respecto a la nueva forma de votar en la ciudad.
-Ricardo, ¿Cómo es la situación del voto electrónico?
– Tenemos que retrotraernos en la Historia. El voto, tradicionalmente en la Argentina, regulado por el Código Nacional Electoral –todavía vigente- establece que se vota con una papeleta. Esta ley fue reformada. Se cambió el tipo de papel. Al principio era una especie de papel de diario, para que ningún partido pudiera sobresalir por encima de otro. Esto fue hasta hace poco. La forma tradicional con la que hemos votado, hasta ahora, desde que hubo elecciones en la Argentina.
Hubo una demanda generalizada con respecto a modernizar la forma en que se votaba. Con los instrumentos y los avances tecnológicos, vimos que en otros países se votaba “electrónicamente”. Ese reclamo empezó a ser mayor. El tema de la papeleta es dificultoso desde muchos puntos de vista. Dificulta el conteo, no todos los partidos tienen boleta y se roban las boletas. Después hay distintas formas de vulnerar la voluntad del votante (se le da la boleta antes y después se controla). Generaba una serie de problemas y de suspicacias. Ahora, el gobierno de Mauricio Macri, decidió instrumentar el voto diría, a través de mecanismos electrónicos, según lo denominan ellos. Para el común de la gente, será el “voto electrónico”. La salvedad de “tecnologías electrónicas”, la hago porque es un eufemismo que han utilizado, para evitarlo llamar “voto electrónico”. De llamarlo de esa manera, tenía que aprobarlo la Legislatura mientras que el sistema que se va a aplicar, no ha sido aprobado por la Legislatura porque le pusieron de nombre “tecnologías electrónicas”. No es “voto electrónico”.
– Es una sutileza que bien vale la pena aclarar.
– Si, si, porque de esa manera, se evitó que el tema sea tratado por la Legislatura, que hubiese necesitado 2/3 para aprobarlo. En vez de llamarlo “voto electrónico”, lo llamaron “Instrumentación de tecnologías electrónicas para el voto”. Eso, de alguna manera, no estuvo bien pero el sistema es bueno. El hecho que estemos en la oposición no implica que tengamos que criticar todo sino todo lo contrario.
-¿Por qué le llaman ““Instrumentación de tecnologías electrónicas para el voto”?
-En este caso, el voto se ejecutará electrónicamente pero queda un respaldo físico. Queda una boleta dentro de una urna. O sea, va a funcionar la boleta y la urna.
-¿Cómo funciona el sistema?
-Hay dos posibilidades que surgen de un proceso licitatorio. Se determinaron las características que tenía que tener el sistema, se hizo un pliego de licitación, se pusieron las especificaciones técnicas y de esas especificaciones, surgieron dos ofertas. Lo que tiene que decidir el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es con cuál de las dos alternativas se va a quedar.
La primera alternativa es así. Uno llega a la mesa de votación. El presidente de mesa chequea en el padrón la identidad de la persona, y le va a dar una tarjeta junto con un sobre de cierto espesor. Cuando entra al cuarto oscuro –que no será tal, ya que habrá una cortina- se parará frente a una máquina. Tiene una pantalla con un dispositivo en el cual se colocará la tarjeta en una ranura. Así, la máquina le dará todas las alternativas de partidos políticos para votar.
-¿Sería como un cajero automático?
– Si, si, parecido. En vez de poner la tarjeta del banco, pone esta tarjeta y será de manera vertical. Asi se desplegará todas las alternativas de partidos políticos y se elige el partido en el que se querrá participar. Toca la pantalla del partido (ej, Frente Para la Victoria) y le pregunta si quiere votar “lista completa” o “categorías”, que sería el corte de boleta.
Uno elige entre estas dos opciones. Si elige “lista completa”, aparecen todos los candidatos a Jefe de Gobierno, con una fotito de cada uno, desplegada. Nosotros elegimos a Gustavo Marangoni y tocamos “Gustavo Marangoni” y “lista completa”. Apretamos y ahí se emitió el voto. Se da la posibilidad de cambiar si uno se confundió. Creo que uno también puede mirar lo que votó y después poner “Votó”. La máquina imprime la tarjeta que puso en la ranura, se lleva la tarjeta, la mete en la urna, se lleva el documento y se fue.
Después está la opción de votar por “categorías”. Se despliega “Jefe de Gobierno” y después la lista de “Diputados” y finalmente, las de “Comuneros”. Elijo lo que más me gusta de cada uno y ahí armé mi menú.
-Si quisiera votar a Jefe de Gobierno al FpV y después, para comuneros al PRO.
– No habría problemas porque hace todo por “categorías”. El sistema lo permite. Es como cuando uno corta la boleta. Es por “categoría” y “lista completa”. Salgo, meto la tarjeta en la urna y me voy.
Cuando termina el día, se abre la urna, se cuentan todas las tarjetas que hay. Esas tarjetas tienen un chip y se pasan por un lector que tiene la máquina. Al pasar todas las tarjetas por el lector, que no puede durar más de diez minutos, ya tiene todos los resultados en la máquina. Además, imprime un acta de escrutinio que se otorga a cada uno de los fiscales y que es firmada por ellos y el presidente de mesa. Éste va a una máquina central, donde vuelca los datos que van al centro de cómputos, que va a dar los resultados finales. Para antes de las 21 hs, ya se tendrían los resultados. Debería ser antes porque no debería tardar más de hora y media todos los resultados.
-¿Cómo es el otro sistema ofertado?
– Parecido y más simple todavía. Cuando llega el votante, se le certifica la identidad, entra al cuarto oscuro y activa el menú de posibilidades de la misma manera que en el anterior caso. Al finalizar todas las operaciones de elección, le da un ticket que va a la urna. No se entra con tarjeta y la máquina le da un ticket. Al final de la jornada, el presidente y los fiscales abren las urnas, sacan esos tickets que están identificados con un código QR. Se pasan los tickets por una lectora y se ven los resultados.
-¿Cuales son las ventajas del sistema?
– La celeridad. Además es un sistema seguro. Si hay alguna suspicacia, está el respaldo físico de la tarjeta. Se puede chequear todo, de manera electrónica, con lo que está almacenado.
-No habría posibilidades que no coincida el voto con lo de la tarjeta.
– Sería técnicamente imposible. Después habrá que ver como funciona esto. La casuística es infinita y la realidad puede ofrecer distintas circunstancias. Pero siempre hay un respaldo físico, a la que puede recurrir en el caso que haya divergencias. Siempre está la prueba física. Si hubiera una diferencia….que veo técnicamente imposible, deberían intervenir los peritos informáticos y revisar el sistema. Sería muy grave que ocurra algo asi. Entiendo que no puede pasar y que cuando se implementó, nunca pasó. Hay todo un sistema para el escrutinio definitivo. Cuando lo hacemos con boletas, uno vota y lo que se tiene es el escrutinio provisorio. Después, se hace el definitivo, que consiste en un proceso que tarda varios días en revistar todas las actas que todo esté en orden. Ahora va a haber una absoluta coincidencia entre el escrutinio definitivo y provisorio.
-El voto sigue siendo secreto…
-…universal y obligatorio.
-Cuando se certifica la identidad, le dan la tarjeta…
– Si, en el sistema primero si y en el segundo, no. Entras y pasas. Cuando volves, metes el papelito en la urna. Recién ahí te devuelven el documento. En el padrón, se pone que votó la persona. Esa parte sigue siendo manual.
-¿Van a ir listas o candidatos?
– En la ciudad de Buenos Aires no puede haber otra cosa que no sean listas. Lo mismo a nivel nacional. La Constitución de la Ciudad, establece que el nivel de representación en la Legislatura es proporcional. Por eso es imposible que haya voto uninominal, que uno pueda votar en un territorio a sus candidatos. Se utiliza toda la ciudad como distrito único, para propiciar el mayor grado de representación política. Lo que va a aparecer es el primer candidato y después, todo el listado. Siempre dentro de la lista. Esa es la forma en que funciona el sistema. Se verá la fotito del primer candidato y después el nombre de los que vienen detrás.
-El radicalismo no está muy conforme con esto.
– Quería que, cuando uno llegara al cuarto oscuro, la máquina desplegara candidatos y no partidos. Ellos dicen que van con un candidato de fortaleza, como Martín Lousteau pero no tienen un arraigo importante, como UNEN por las dificultades que está pasando. Tenían un problema con eso y pedían que aparezca el candidato. Se pidió que esto se revise y el Tribunal Superior de Justicia no le dio la razón. Mejor dicho, juzgó que no se violaba la Constitución ni ninguna norma.
-¿Cómo es la recepción de la gente sobre el “voto electrónico”?
– Antes de que el sistema se implemente, tiene que haber mil máquinas en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires para capacitarse. Esto forma parte del pliego de la licitación. Con respecto a la receptividad del tema es algo que la gente no sabe bien de que se trata pero la entusiasma. El avance tecnológico nos gusta a todos. Hay una expectativa favorable pero no se sabe bien de que se trata. Es muy probable que cuando se lo utilice por primera vez, haya algunas dificultades. Ver si la gente logra capacitarse. De todas maneras, estan previstas mil máquinas en distintos puntos de la Ciudad para capacitarse. Para cuando la gente vaya a votar, sepa de que se trata.
-¿Qué costo tiene todo esto?
– El costo está presupuestado en 245 millones de pesos. Es un costo importante. Barato no es pero la democracia merece que se la atienda como es debido. Pero tiene un beneficio mucho mayor. Es una verdad de Perogrullo aunque no esté de más mejorarla.
Por otra parte, ya está todo aprobado y no hay plazos para la implementación. Se que hay una Comisión Evaluadora. En el pliego está previsto distintos sistemas de puntaje en lo que se la oferta. Espero que se mueva con celeridad el Gobierno. La transparencia y la eficiencia son fundamentales. Que se haga la adjudicación que corresponde en el tiempo que corresponde, y nos de el tiempo suficiente a los vecinos de la Ciudad para familiarizarnos con el sistema.
-No estamos tan lejos de las PASO.
– No, para nada. Es el 26 de abril y la norma, el decreto reglamentario decía que la demostración de todo tendría que hacerse con sesenta días anteriores. O sea, el 26 de febrero. Creo que no vamos a llegar al 26 de febrero pero podría ser los primeros días de marzo. En ese sentido, cabe resaltar que hubiese sido mejor que el GCBA lo implementase antes. No lo hizo porque tardó en definir la fecha de las elecciones. Tardó porque tenía un problema interno, que no resolvió a tiempo. Ahora estamos con un nuevo sistema pero con poco tiempo para que la gente lo pueda saber. Lo ideal hubiera si que esté listo en diciembre. Ahora vamos a estar con tiempos mucho más cortos que no es bueno.
-¿Cómo va a ser la capacitación de los fiscales?
– Le corresponde a cada partido político familiarizarse con el sistema. De cualquier manera la tarea es menos pesada de lo era antes. Ahora se va a circunscribir a ver quien vota y quien no vota. Después revisará si hay alguna cosa rara. Después, será el momento del escrutinio, un momento importante. Ahí van a tener que corroborar que todo este bien.
-En la pantalla de opciones, figura el “voto en blanco”?
– Si. Está la opción de “voto en blanco”.
-Ahora no va a haber votos impugnados ¿O si?
– No, y ese fue un tema importante. Es difícil que haya votos impugnados. No se me ocurre el voto impugnado. Sería otra ventaja. Podría haber alguna impugnación con respecto a la identidad de la persona pero no está vinculado al sistema. Que haya dudas o el documento sea apócrifo.
-Hasta no hace mucho había votos impugnados y eso tiene un significado….
– Si, se podría impugnar si alguien tache la tarjeta o le ponga una leyenda al ticket. Podría pasar que haya una voluntad expresa del votante de impugnar el voto.