Rescataron a 63 víctimas de trata en talleres textiles clandestinos de Floresta
La investigación fue hecha por la División Trata de Personas de la PFA y demandó meses de investigación.
Un total de 63 personas que trabajaban “en condiciones inhumanas” en tres talleres textiles clandestinos del barrio de Floresta (Comuna 10) fueron rescatadas por la Policía Federal Argentina (PFA), informó el Ministerio de Seguridad de la Nación.
“Este delito es grave y nunca debe quedar impune. En estos procedimientos nuestra prioridad también es resguardar la integridad física y emocional de las víctimas de trata”, expresó en un comunicado la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Los operativos se realizaron simultáneamente en predios ubicados en Cuenca al 70, Av. Rivadavia al 7.800 y Yerbal al 3.300, de donde rescataron a 63 personas mayores de edad de nacionalidad argentina, paraguaya, boliviana y chilena que eran obligadas a trabajar largas jornadas y en malas condiciones laborales, informó La Prensa.
La investigación, realizada por la división Trata de Personas de la PFA, se inició en junio de este año sobre una una organización dedicada a la captación, transporte y explotación de personas, explicaron desde el Ministerio de Seguridad.
Luego de vigilancias y seguimientos, se comprobó que en los lugares investigados funcionaban talleres textiles clandestinos con gran cantidad de empleados de diversas nacionalidades.
Los agentes federales detuvieron a dos mujeres argentinas y dos hombres bolivianos como integrantes de esta red y secuestraron 72 máquinas de corte, costura y confección; 1.200 prendas de vestir de diversas marcas de primera línea apócrifas y documentación.
Las víctimas fueron asistidas por personal del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de las Víctimas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas, e inspectores del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires clausuraron los inmuebles porque carecían de las habilitaciones pertinentes.
En la causa interviene el Juzgado Federal Nº 8, a cargo del magistrado Marcelo Martínez de Giorgi.