Recibió sanción definitiva el DNU para limitar alturas mientras se debate el nuevo Código Urbanístico
La primera lectura se votó en abril. La Comisión de Planeamiento Urbano, presidida por Victoria Roldán Méndez, continúa el debate parlamentario.
Este jueves la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó en segunda lectura la vigencia del Decreto de Necesidad y Urgencia N° 1 de 2018 que limita la altura de futuros edificios mientras se da el debate parlamentario por el nuevo Código Urbanístico. Ahora se discuten los títulos del texto en la Comisión de Planeamiento Urbano, presidida por Victoria Roldán Méndez (Vamos Juntos). Asesores consultados estiman que la primera lectura se votaría entre agosto y septiembre.
El DNU fue votado en primera lectura el 19 de abril. El 19 de junio se realizó la correspondiente Audiencia Pública.
El DNU establece que “los trámites para solicitar permisos de obras nuevas o ampliación iniciados ante la Dirección General de Registro de Obras y Catastro, con anterioridad a la fecha de publicación del presente Decreto, continuarán su tramitación conforme la reglamentación vigente a la fecha”.
También decreta “suspender por 180 días los trámites de las solicitudes de permisos de obra nueva o ampliación que soliciten edificios de perímetro libre regulados en los parágrafos 4.3 del Código de Planeamiento Urbano y cuya altura entre en contradicción con los parámetros en discusión en el Proyecto de Código Urbanístico”.
“No alcanza a las tramitaciones de permisos de obra nueva o ampliación, que a la fecha de su publicación tuviesen otorgada la factibilidad del proyecto de obra, mediante acto administrativo dictado por la Dirección General de Interpretación Urbanística”, agrega el texto oficial.
El dictamen de mayoría de la Comisión de Asuntos Constitucionales que preside el diputado Diego Marías (Vamos Juntos) y en el recinto fue miembro informante, consideró que “resulta razonable y necesario adoptar medidas de carácter extraordinario que eviten que durante el trámite de eventual sanción del proyecto de Código Urbanístico, se presenten situaciones que se contrapongan con el objetivo del proyecto en cuestión, en particular en materia de las alturas permitidas en edificaciones de perímetro libre, así como situaciones de asimetría o especulación que deriven en efectos contradictorios”.
En minoría, Unidad Ciudadana firmó un despacho que proponía rechazar el DNU, alegando falta de fundamentación suficiente ya que -argumentaron- “el Poder Ejecutivo no puede, bajo pena de nulidad, emitir disposiciones de carácter legislativo, máxime cuando la Legislatura está en período de sesiones ordinarias”.
La votación ratificó el DNU por 41 votos positivos de Vamos Juntos, Partido Socialista, Evolución, GEN, Mejor Ciudad y 15 votos en contra de Unidad Ciudadana, Bloque Peronista, Frente de Izquierda y de los Trabajadores y Autodeterminación y Libertad.
Mientras esto ocurre, hay disertaciones de organizaciones vecinales e instituciones educativas. Por caso, este viernes decenas de instituciones vecinales iban a presentar una Propuesta Urbano Ambiental con 12 puntos para ser incluidos en el debate por el nuevo Código.
Además, el jueves 21 de junio en el Club de Santa Lucía (Montes de Oca 1517, Barracas, Comuna 4) hubo una charla del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), integrado por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y las universidades nacionales de Hurlingham y Florencio Varela (Arturo Jauretche).
Matías Barroetaveña, director de UMET, dijo que el Código Urbanístico actual data de 1977 y tuvo modificaciones esporádicas. Agregó que el Código busca aumentar la superficie a edificar en tierra privada eliminando esquinas enanas y emparejando la altura en cada manzana. Al tener más capacidad, se encarecerían los suelos e inmuebles. En la actualidad hay 27 alturas definidas por cálculos de terreno.
El nuevo Código Urbanístico fija cinco alturas establecidas según la zona (puede haber varias dentro del mismo barrio). El máximo será de 38 metros en avenidas principales y el mínimo de 10,5 en calles o pasajes. Hay que sumarles las retiraciones. El cambio también implica simplificar normas de construcción.
Según Barroetaveña, Ciudad busca que se incluyan usos distintos (residencial, depósitos, oficinas, centros comerciales a cielo abierto) en una misma zona. El CEM dice los vecinos podrán vivir, trabajar y disfrutar el ocio en un mismo barrio, pero implica un desafío de convivencia y advierte que se está pensado para el desarrollo inmobiliario y no desde una perspectiva de movilidad”.