Quieren disminuir los residuos alimenticios aptos para el consumo humano
Un proyecto de Ley insta a los comercios a entregar alimentos que fueran retirados de su venta a organizaciones sin fines de lucro para su posterior distribución.
La legisladora porteña Mercedes de las Casas (Vamos Juntos) presentó un proyecto de ley en la Legislatura porteña para reducir el volumen de residuos de productos alimenticios que se encuentren aptos para consumo humano.
Para ello insta a mercados, autoservicios y supermercados a entregar “todo producto alimenticio apto para consumo humano que fuera retirado de su venta, a organizaciones sin fines de lucro con experiencia en el manejo de alimentos y que cumplan con los recaudos de trazabilidad, cadena de frío y condiciones de salubridad para su posterior distribución”.
En la defensa del proyecto, la legisladora afirma: “No hay razones éticas, medioambientales, ni económicas que justifiquen la pérdida de tal cantidad de alimentos en un mundo donde hay personas con hambre, siendo nuestra obligación adoptar una política de reducción de los residuos de productos alimenticios”.
También refiere que el concepto “pérdida de alimentos” se configura cuando “los alimentos se pierden o estropean antes de llegar a su fase de producto final o a la venta minorista”. Además habla del concepto “desperdicio de alimentos”: “La FAO lo define como el descarte de alimentos aptos para consumo. Este involucra desde la venta minorista hasta los hogares, y por lo general son productos de buena calidad, listos para consumir, pero que son descartados, incluso antes de que caduque su vida útil. Las causas pueden ser la falta de infraestructura y pérdida de la cadena de frío, alteraciones en los empaques, errores de etiquetado o, para el caso de los consumidores, falta de planificación a la hora de comprar, falta de atención a las fechas de vencimiento o caducidad, entre otras. Es decir, está relacionado esencialmente a una inadecuada gestión y manipulación de los alimentos, y a malos hábitos de compra y consumo”.
La representante porteña afirma que “son varios los países del mundo que están en vías de combatir el desperdicio de alimentos” y cita que en Francia ya se ha aprobado la Ley de la “Lucha contra la basura de alimento”, que establece la prohibición por parte de los establecimientos comerciales de más de 400 metros cuadrados de desechar o destruir alimentos.
En los fundamentos, cita datos de principios de 2017 arrojados por la Dirección de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos de la Secretaría de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Agroindustria, siguiendo la metodología propuesta por FAO, en la Argentina se desechan 16 millones de toneladas de alimentos por año, es decir, un 12.5 % de todos los alimentos que se producen en el país. Con estos datos se estima que una persona tira 38 kilos de alimento por año.
En relación a otras investigaciones locales, resulta ilustrativo citar los estudios sobre determinaciones de la composición de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Área Metropolitana. Estos son realizados por el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires en convenio con la Coordinación Ecológica Metropolitana (CEAMSE). En la última publicación del año 2011, estimaron que los desechos alimenticios representan el 41,55% en la CABA y el 37,65% en el AMBA del total de los RSU. Es decir que los alimentos constituyen el mayor porcentaje de desechos, seguido de los plásticos, papeles y cartones debajo del 18% aproximadamente.