Proyectan instalar un ascensor dentro del Obelisco y convertirlo “en un mirador público para vecinos y turistas”

El objetivo es que “el ícono porteño por antonomasia pueda ser visitado por primera vez por una gran cantidad de personas que van a disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires impulsa una licitación pública con el fin de convertir al Obelisco porteño en un mirador público apto para la visita de vecinos y turistas. El presupuesto oficial de la obra llamada “Mirador Obelisco – Av. 9 de Julio y Corrientes” es de $ 157.935.680,36.

“Ubicado en el barrio de San Nicolas, dentro de la Comuna 1, el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires se erige en la Plaza de la República, en la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de julio. Icono porteño por excelencia desde la década del 30, este es un monumento histórico de 65 m de altura que en la actualidad no se encuentra abierto al público: ni su planta baja y, menos aún, la posibilidad de subir para apreciar las vistas inigualables de un punto neurálgico de la ciudad. Se propone entonces convertir al Obelisco en un mirador público para los vecinos de la ciudad así como para todo el público turístico que recibe cada año”, introduce la descripción del Pliego de Bases y Condiciones Particulares de la obra.

“Con este objetivo, se incorpora un ascensor que permite el ascenso rápido y seguro, y una escalera de emergencia por cuestiones de seguridad. Todo el exterior no sufre ninguna modificación. Dadas las características constructivas del edificio y su ubicación sobre la traza del subterráneo, se optó por utilizar un ascensor panorámico sin sala de máquinas que consta de 8 paradas. Alrededor del ascensor se desarrolla una escalera de emergencia. Tanto el nuevo pasadizo, el ascensor, como la escalera se realizan en una estructura metálica que trabaja en forma colaborativa con el obelisco pero que se diferencian por su materialidad del edificio histórico”, se agrega.

“Debido a las dimensiones ya existentes de la estrucutura que se está interviniendo, y con el objeto de modificarla lo mínimo indispensable, el ascenso al mirador es una experiencia que se adecua a la morfología del Obelisco. El recorrido comienza en planta baja a través de una escalinata que lleva al nivel +1.50m, esto permite colocar por debajo el bajo recorrido del ascensor. Desde ese nivel se accede al ascensor que lleva a los visitantes hasta el nivel +56m, desde ahí se asciende mediante escalera recta de 3 tramos al nivel +59m previo al mirador. El último tramo hasta el mirador, nivel +62m, se materializa con escalera caracol. De este modo, se logra que el ícono porteño por antonomasia pueda ser visitado por primera vez por una gran cantidad de personas que van a disfrutar de una de las vistas más privilegiadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, explica otro apartado de la documentación.

Fuentes del GCBA informan sobre el Obelisco: “Fue inaugurado el 23 de mayo de 1936 como homenaje al cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires. Con una altura total de 67,5 metros y una base de 6,8 metros por lado, tiene una única puerta de entrada (mirando hacia la Avenida Corrientes en dirección oeste), detrás de la cual hay una escalera marinera de 206 escalones, con 7 descansos, que lleva a la cúspide. Allí arriba existe un mirador con cuatro ventanas, visibles desde la calle, con una panorámica única de la Ciudad. El ingreso solo se habilita en situaciones especiales. El monumento emblema de Buenos Aires culmina en un pararrayos que no logra divisarse a simple vista”.

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