Promueven microcréditos para que hogares del conurbano accedan a la red de gas

Como parte del Programa Procrear, el Gobierno nacional presentó Mejor Hogar-Gas, una iniciativa de microcréditos para que 150.000 hogares se puedan de la Provincia de Buenos Aires puedan conectarse a la red de distribución de gas que ya pasa por sus puertas. El anuncio oficial se iba a hacer este lunes por la mañana en Malvinas Argentinas con la presencia de la gobernadora María Eugenia Vidal y el ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio.

Bajo el lema “Chau garrafa”, la línea prevé microcréditos de entre $9.000 y $16.000 según la cantidad de bocas que se instalen, con un tope máximo de tres para cocina, calefón y estufa. Según la iniciativa del Gobierno nacional, cada vecino podrá pagar la conexión domiciliaria en 60 cuotas fijas que arrancan desde los $257 a $433 por mes.

En la primera etapa, el programa prevé realizar 40.000 conexiones en 2017 en 30 municipios del Gran Buenos Aires donde opera Gas Natural Fenosa, entre los que se encuentra Morón, Moreno, Merlo La Matanza, Malvinas Argentinas.

A principio de abril, el Gobierno se estableció que la garrafa de 10 kilos tiene un precio máximo de venta máximo de $134,38, pero desde el ministerio del Interior aseguraron que en algunos barrios llega a los 300 pesos.

“Queremos sumar una empresa de gas cada dos meses para ampliar el programa a otros municipios y el año que viene llegar al resto del país”, dijeron en el Ministerio del Interior a Infobae. El programa de microcrédito tiene destinada una inversión de $1.850 millones.

Los solicitantes deberán tener entre 18 y 69 años, sin antecedentes negativos en el sistema financiero, y la gestión del crédito no requiere de gestores intermediarios, ya que la inscripción deberá hacerse a través de internet en la web del Programa Procrear, en la dirección www.argentina.gob.ar/mejorhogar/gas.

Según indicaron las fuentes, en la actualidad alrededor de 2.600.000 personas recibe subsidios para la adquisición de garrafas de gas natural, de las cuales el 10 por ciento, unas 260.000, tiene viviendas localizadas sobre o próximas a las redes de distribución ya instaladas.

Destacaron la mejora en las condiciones de vida de los vecinos que implica el paso a usar gas natural y suplir las garrafas, y el impacto que tiene por ejemplo en la reducción de enfermedades respiratorias o gástricas por la posibilidad de calefacción en las viviendas y una más acabada cocción de los alimentos.