Por qué bajarse del balotaje beneficiaría a Martín Lousteau

A veces, el ego y el orgullo pueden ir contra los propios intereses y el juego en equipo. Columna de análisis político.

Martín Lousteau y los sectores que conforman el frente ECO -el radicalismo y la Coalición Cívica- se debaten por estas horas entre bajarse o seguir en carrera hacia la segunda vuelta por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Uno de los principales argumentos que esgrimen quienes pugnan por un renunciamiento de Lousteau es la necesidad de no exponer a Mauricio Macri, máximo referente de la oposición, a una derrota en su propio distrito, la CABA, lo que supone un debilitamiento a nivel nacional.

El renunciamiento, desde ya, no sería gratis. El PRO deberá resignar, como parte de una inevitable negociación política con ECO, preciados espacios de poder en la estructura estatal porteña.

De cara al futuro, en caso de declinar su candidatura, Lousteau quedará en la oposición como una figura de “reserva” y evitará ser estigmatizado por una conducta supuestamente egoísta y funcional al cuarto triunfo nacional del oficialismo en octubre.

En cambio, si se presenta a la segunda vuelta y pierde, tal como indican las últimas encuestas y la probabilidades reales que surgen sólo de analizar los números del 5 de julio, no habrá premio consuelo para Lousteau. Tendrá lo que ya tiene: legisladores, comuneros, y nada más.

Cabe destacar en este punto una cuestión crucial: la gobernabilidad. Gane quien gane, la suerte está echada en varios aspectos.m Y el 20% de diferencia entre el PRO y ECO se materializa en aspectos centrales, como que la Legislatura porteña estará compuesta por 27 diputados del PRO y tan sólo 14 del ECO, frente a 13 que ostentará el Frente para la Victoria. En las comunas, pasará algo similar, con una predominancia del PRO en todos los distritos.

En cuanto al relato, a cómo explicar al electorado la decisión de bajarse cuando basó su campaña en la necesidad de ir al balotaje, ECO bien podría argumentar que, dada la diferencia de 20 puntos respecto de Larreta en la primera vuelta, se prioriza una causa mayor, que es la de acrecentar las chances de sacar al kirchnerismo del poder.

Por estas horas, el Frente para la Victoria debate seriamente sobre la posibilidad de votar a Lousteau, con el objetivo de perjudicar a Macri. De hecho, según una reciente encuesta de Zuleta Puceiro, más de seis de cada 10 militantes K votarán a Lousteau. Por su parte, Aníbal Ibarra llamó abiertamente a sufragar en favor del economista.

Esa sola situación puede generar anticuerpos en los votantes opositores. Y quien haya votado a Lousteau el 5/7, podría cambiar su preferencia el próximo 19. Sumando los votos en blanco a los que se llama incluso desde la izquierda, el arribo de Larreta al 50 más 1 de la consagración,  difícilmente sea evitable.

De todas maneras, a esta altura, que no haya balotaje restaría a Rodriguez Larreta la legitimidad que otorga vencer en las urnas. Y también es cierto que, se imponga Horacio o triunfe Lousteau, el Frente Cambiemos ya ganó la Capital.

El escenario no es nuevo. Pasó en las primarias, cuando comenzó a circular que el kirchnerismo votaría a Michetti. En ese momento, pareció jugar a favor de la senadora en la campaña, pero terminó fortaleciendo a Larreta el día de la elección.