Por primera vez desde 1987, el peronismo no gobernará la provincia de Buenos Aires
Cómo cambia el tablero político tras las elecciones del domingo 25 de octubre.
Tras el triunfo de María Eugenia Vidal, por primera vez en 18 años el distrito bonaerense, el más importante del país en términos numéricos, no será gobernado por una fuerza identificada con el peronismo.
Mientras en el seno del oficialismo ya comenzó el pase de facturas, las recriminaciones alcanzarán, en principio, a Florencio Randazzo por haberse negado a bajar a la provincia y al corte de boleta en desmedro de Aníbal Fernández.
La alianza Cambiemos Buenos Aires, en cuya fórmula secundó a Vidal el radical Daniel Salvador, obtuvo 3.478.505 de votos, lo que representa el 39,49% del sufragio.
El Frente para la Victoria, en cambio, obtuvo en la categoría 3.098.900 votos, es decir, el 35,18% de los votos.
En tercer lugar quedó la alianza Unidos por una nueva Alternativa (UNA), que con la fórmula Solá – Daniel Arroyo cosechó 1.693.151 votos, el 19,22% de quienes votaron.
En tanto, la flamante gobernadora electa anticipó que rápidamente quiere comenzar con la transición de cara al traspaso de la gobernación que se concretará el 10 de diciembre próximo. En el mismo sentido se expresó hoy Daniel Scioli, al asegurar que puso a disposición de Vidal a su equipo de colaboradores.
Ademàs, hubo sorpresa en varias intendencias. Por ejemplo, Hugo Curto, perdió Tres de Febrero frente a Diego Valenzuela; Nicolás Ducoté venció en Pilar a Humberto Zúccaro. En Lanús, Néstor Grindetti se impuso ante el secretario de Justicia y dirigente de La Cámpora, Julián Álvarez. Martiniano Molina destronó a Francisco “Barba” Gutiérrez en Quilmes, y Ramiro Tagliaferro, el esposo de Vidal, se impuso sobre Hernán Sabbatella en Morón. Los dos integrantes de la fórmula kirchnerista perdieron en sus distritos originales.