Planean reubicar en predios cerrados a miles de manteros de Once y de Flores

Además se crearía un registro de los vendedores y su posterior empadronamiento.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene preparado un proyecto mediante el cuál se buscará trasladar a los manteros que cuentan con puestos de venta ilegal callejera en los barrios de Once y Flores, a galpones cerrados contiguos a las vías de la línea Sarmiento, sobre la mano izquierda de la calle Perón.

En total serían 3300 vendedores que cuentan con puestos ambulantes sobre las avenidas Pueyrredón, Corrientes y Avellaneda, los que serían trasladados.

Según el registro realizado por la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), el mes pasado se encontraron 1694 puestos ilegales en el barrio porteño de Once, y 1602 del barrio de Flores: todos ellos serían trasladados a los nuevos centros cerrados de venta.

La subsecretaria de Uso del Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires, Clara Muzzio, explicó que “no todos los manteros se podrán reubicar. Por eso estamos primero haciendo un relevamiento para detectar las problemáticas en particular antes de iniciar alguna medida u operativo”.

Ante esto, y como paso previo al pasaje a un predio cerrado el plan oficial prevé realizar un registro de los vendedores y su posterior empadronamiento.

Horacio Rodríguez Larreta explicó que Once y Flores “son los dos polos más comprometidos de la ciudad. Mejoraremos esa situación, pero también tenemos que dar una alternativa a la gente que trabaja en la calle. Esa opción es reubicándolos en predios que hoy están inutilizados, cerca de los lugares donde venden mercaderías, para que puedan continuar con su fuente laboral”.

El jefe de Gobierno porteño aseguró que “en pocos días, funcionarios porteños comenzarán una negociación con los vendedores ambulantes, que, se prevé, no será sencilla” en diálogo con La Nación.

Sin embargo, y tal como prevé Larreta, la negociación no parece ser fácil. Mediante un pequeño relevamiento realizado, la mayoría de los vendedores que tienen sus puestos en el lugar no están de acuerdo con abandonar su lugar sobre las veredas.

“No quiero irme. Nosotros vendemos porque la gente nos ve” afirmó Rodolfo Torres un vendedor que trabaja en el barrio porteño de Flores.

En la misma línea, Daniel que cuenta con un puesto cerca de la estación de Once declaró que “si nos mandan a galpones pasamos a vegetar, la venta está en la calle”, mientras que Gladis, una mujer que contó trabajar hace 15 años sobre avenida Pueyrredón dejó en claro que “nunca lo aceptaría”.

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