Piden que las Mesas de Trabajo y Consenso sean un instrumento de participación del Plan Urbano Ambiental

Los impulsores de la Ley indican que hay “una demanda creciente de participación ciudadana en los procesos de toma de decisión en materia de planificación urbana y del espacio urbano”.

Legisladores del Frente de Todos presentaron un proyecto de Ley para incorporar a las Mesas de Trabajo y Consenso de distintos espacios públicos porteños como instrumentos de participación del Plan Urbano Ambiental.

“La presente ley tiene por objeto reafirmar el valor de las instancias de las Mesas de Trabajo y Consenso como instrumentos de participación ciudadana, a partir de su incorporación al Plan Urbano Ambiental”, indica el primer artículo de la propuesta firmada por Manuel Socías y Claudia Neira.

Para los autores, “en el último tiempo, se viene advirtiendo en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, una demanda creciente de participación ciudadana en los procesos de toma de decisión en materia de planificación urbana y del espacio urbano”: “El reclamo contempla tanto los procesos de producción de la ciudad futura, pero también la gestión de la ciudad actual, donde la perspectiva local está tomando un lugar preponderante. A partir de la pandemia de Covid 19, la cuestión de los espacios verdes adquirió un lugar central en la agenda urbana pública”.

“A cada una de las Mesas de Trabajo hoy existente la antecede la movilización, las reivindicaciones y la lucha vecinal previos a la sanción de las leyes individuales que las respaldan. Además, una vez conformadas, la puesta funcionamiento también supone un proceso dificultoso, principalmente en la medida de que desde los gobiernos no hay gimnasia suficiente en materia de gestión participativa, ni capacidades orientadas a dar las respuestas adecuadas. Para asegurar su funcionamiento y brindar un marco de solidez institucional, cada una requirió de normativa específica que reconociera las Mesas como tales y definiera las pautas de su funcionamiento. Esto representa una limitación para imaginar la ampliación del uso de instrumentos, en la medida de que presupone una lógica de leyes individuales por cada Mesa de Trabajo a conformar para cada espacio”, destacan.

Es por esto que “se ve como oportuna y necesaria la incorporación de las Mesas de trabajo y consenso al PUA, como instrumento de participación”: “Esto supone convertir a las Mesas de Trabajo y Consenso actuales, de situaciones excepcionales a exponentes de las posibilidades de dicho instrumento, en materia de producción de espacios verdes y de gestión de los mismos, susceptibles de ser apropiados y reproducidos en otros lugares. En ese sentido, el propio artículo 25 de la Ley 2930 del PUA, establece que “se ajustarán los mecanismos ya existentes o bien se crearán nuevos dispositivos que promuevan y faciliten las actividades participativas”.

La defensa de este proyecto cita tres casos de Mesas de Trabajo y Consenso en espacios públicos porteños:

La Experiencia pionera de la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Avellaneda que se institucionalizó a partir de la Ley N° 1153, en el año 2003, pero cuyo trabajo comienza a gestarse durante los años 80 y 90, sirve como antecedente a muchos niveles para las experiencias posteriores. Fue una experiencia pionera en la medida de que mostró la insuficiencia de la audiencia pública como instrumento de participación; cuando se necesita generar espacios de trabajo e intercambio que requieren de abrir canales de diálogo permanente entre los actores de gobierno y la ciudadanía, lo que terminó derivando en el reconocimiento de la mesa como tal, bajo la forma de una ley específica. 

A su vez, la experiencia de la Mesa de Trabajo y Consenso del Parque Flora Nativa Benito Quinquela Martin y sus adyacencias , de acuerdo a la Resolución Comunal Nº 11520856/2021, amplió las posibilidades del instrumento, en la medida de que incorporó la producción de nuevos espacios verde a partir de la dinámica de la Mesa de Trabajo. 

El parque de la Estación se apoya sobre las experiencias previas, donde se produce el nuevo espacio y a su vez se establece la gestión comunitaria y participativa. Propone un modelo de gestión comunitaria que incluye la mixtura de usos y programas diversos. También surge a partir de un proceso largo de reclamo por el nuevo espacio verde, que termina viéndose plasmado en la Ley 5734.

 

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