Para mejorar el sur porteño

El sur porteño está entre las prioridades de la anterior y actual gestión. La mudanza de la jefatura de Gobierno, la construcción de la Villa Olímpica, la urbanización de asentamientos. Son anuncios que estuvieron y están en boca de funcionarios, más ahora que se defiende el anteproyecto de Presupuesto 2017 en la Legislatura porteña.

En el día a día los vecinos viven cómo parte de anuncios incumplidos o sitios abandonados hace añares complican la calidad de vida o desmejoran el paisaje cotidiano. Convivir con basura, nidos de ratas, escombros y paredones abandonados son algunas de las consecuencias que se pueden revertir con obras de largo plazo para mejorar el sur porteño.

Desde hace más de diez años el centenario Mercado Italiano de San Cristóbal está cerrado. Sólo atienden los locales que dan a la calle. La estructura de este paseo es en cruz, atraviesa la manzana de Pavón, Catamarca, Constitución y Esteban de Luca. Hay un ingreso enrejado por cada arteria. Los negocios interiores están cerrados, muchos sin dueño ni sucesión.

Desde que asumió en diciembre pasado, el Presidente de la Junta Comunal 3, Carlos Breyaui, planea recuperar este inmueble y convertirlo en un Polo Gastronómico, inspirado en grandes ferias como la itinerante Buenos Aires Market.

“Se está viendo cómo lograrlo. Hay como 184 locales adentro de la propiedad. Se trata de Propiedad Horizontal, es decir, hay más de 184 dueños con los que hay que hablar. Es complicado porque es un gran movimiento donde te tenés que poner de acuerdo con nietos de los dueños originales. En algunos casos no se sabe quiénes son los dueños de los locales. Hay sucesiones que no están hechas. Tenemos que ver de reordenar esta situación sin perjudicar a los que hicieron las cosas bien con el tema de las sucesiones. Y ver cómo se resuelve”, explicó el funcionario responsable de Balvanera y San Cristóbal (Comuna 3).

“El proyecto, la idea desde la Comuna, es apuntar a algo gastronómico, un Polo Gastronómico. A media cuadra hay estacionamiento grande del Bajo Autopista; no deja de ser más que un proyecto y anhelo pero hay que avanzar”, añadió. Por eso elevó la iniciativa a autoridades del Poder Ejecutivo para que también estén en tratativas: “Hay abogados del gobierno que están en el tema. Todavía no bajaron información nueva a la Comuna 3. Lo elevé, el pedido, de la Comuna a vicejefatura de Gabinete. Sé que hay un equipo que está en tema”.

Vecinos consultados no pierden la esperanza, reconocen que convivir con el Mercado a puertas cerradas sólo empeora la calidad ambiental. “Hace 76 años vivo en esta cuadra, vi la época donde el Mercado estaba abierto de par en par, con los negocios llenos. Estaba lleno de vida. Ahora es un asco, lleno de basura”, dice Ana, vecina que tiene un quiosco sobre Pavón, en la vereda de enfrente del Mercado. “Desde que cerró convivimos con las ratas”, agrega en declaraciones a la revista SC3.

Hace 50 años, Buenos Aires tenía 215 Mercados, hoy apenas 18. Las arquitectas Graciela Aguilar y Mónica Sanjurjo, junto con el historiador Leonel Contreras, publicaron el libro Mercados de Buenos Aires (Olmo Ediciones). Indagaron en la evolución histórica de los Mercados y concluyeron ante Revista 23: “Creemos que en los mercados de Buenos Aires hay una posibilidad de rehabilitación. Es una iniciativa en función de reconocer sus valores históricos, de localización y la importancia de identidad barrial. Pero además se puede reconvertir la degradación de muchas áreas de la ciudad que se encuentran en estado de deterioro”.

A pocas cuadras de allí se emplaza la excárcel de Caseros, detrás del Hospital Garrahan. Durante muchos años este presidio fue una estampa de Parque Patricios. Ahora, quedan las ruinas.

Inaugurada en 1979, alojó presos políticos en plena dictadura y luego llegó a ser el techo de miles de reclusos. En el 2000 se desalojó el lugar, los presos fueron a Ezeiza y Marcos Paz. En ese entonces se habló de hacer una escuela pública de 2000 metros cuadrados y un centro cultural, cívico y vecinal de 500 metros cuadrados.

Lo que se dice en genérico Caseros es en realidad la combinación de dos unidades en una misma manzana. A fines de los setenta abrió el edificio de 22 pisos de la Unidad Penitenciaria N° 1 o “Caseros Nueva”, que iba a convivir hasta el presente con lo que fue la vecina Unidad 16, la “Caseros Vieja”, un edificio de 1877 de gran valor patrimonial orientado hacia el sur. De todos modos, sólo avanzó el desguace e implosión de los 22 pisos para no poner en riesgo viviendas vecinas.

En 2011 el Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado le cedió el predio de la “Caseros Nueva” al Archivo General de la Nación (AGN) para construir allí su nueva sede. El AGN funciona en varias sedes, que no reúnen las condiciones de seguridad y climatización necesarias para el acervo que guardan ni de comodidad para el trabajo del personal o la atención del público. Al año, mediante concurso se seleccionó como anteproyecto ganador al de los arquitectos platenses Deschamps, Estremera y Gavernet, informa el sitio Bartes. Esta acción fue en el marco de un programa de gestión de mayor alcance denominado “Modernización del Archivo General de la Nación”.

En teoría, según los anuncios oficiales de ese entonces en 2017 debía abrir al público el nuevo AGN, con un diseño moderno que incluya a la Caseros Vieja en su traza. La realidad muestra un predio estancado en el tiempo y una manzana completa sin uso vecinal.

Algunos vecinos consultados lo definen esta manzana como uno de los últimos rincones del barrio donde no llegó la modernización ligada a la mudanza de la jefatura porteña. El nuevo edificio gubernamental está emplazado apenas a unas cuadras de Caseros.

Ante este panorama, los legisladores Carlos Tomada y Javier Andrade (ambos FpV) elevaron un pedido de informes para que el Recinto apruebe y envíe al Poder Ejecutivo local. Preguntan por el estado de las obras y cómo está planificada la construcción del AGN. En la actualidad el texto parlamentario (expediente 2892) está en debate dentro de la Comisión de Planeamiento Urbano.

“La construcción del nuevo edificio traería beneficios para todos los argentinos en general, y para el barrio de Parque Patricios en particular, revitalizando un sector olvidado del barrio y poniendo en valor un entorno de altísimo valor histórico-testimonial. A fin de posibilitar esta intervención, la Legislatura sancionó la Ley N° 5011, que creó el Distrito E4 “Archivo General de la Nación – Ex Cárcel de Caseros”, que preveía la inserción de la nueva sede, formando un conjunto armónico con el edificio de la “Cárcel Vieja”. Asimismo, la apertura de la calle Rondeau, largamente postergada, mejoraría la circulación en el entorno. Para esto, el Estado nacional debe ceder la porción de terreno necesaria. La Ley encomendaba al Gobierno de la Ciudad el inicio de las gestiones tendientes a efectivizar la cesión de dicho dominio”, finaliza la argumentación de los legisladores locales.