Para Gentilini, la urbanización del barrio Rodrigo Bueno fue incompleta

El legislador por el Frente Renovador (FR) y autor del primer proyecto de integración urbana dijo que faltan viviendas para todas las familias que pueblan este asentamiento de Costanera Sur. También habló del Playó de Chacarita.

El legislador por el Frente Renovador (FR) y autor del primer proyecto de integración urbana dijo que faltan viviendas para todas las familias que pueblan este asentamiento de Costanera Sur. También habló del Playó de Chacarita.

El legislador porteño por el Frente Renovador (FR), Javier Gentilini, se expresó sobre la urbanización de la villa Rodrigo Bueno, cuya urbanización tuvo el jueves pasado segunda lectura en la Legislatura porteña y se espera que entre agosto y septiembre empiecen las obras.

Gentilini, quien además es vicepresidente primero de la Comisión de Vivienda de la Legislatura porteña y autor del primer proyecto presentado sobre integración socio ambiental de este barrio de Costanera Sur, lamentó que “solo se construyan 500 viviendas nuevas, cuando la población es de aproximadamente 900 familias y están dadas todas las condiciones para una urbanización completa”, y se preguntó: “¿Qué intereses hay adentro de la villa, que lograron impedir una urbanización total, cuando estamos a 30 o 40 millones de dólares de alcanzar esa meta?”.

“Evidentemente, hubo delegados interesados en no darle lugar a un proyecto de urbanización más ambicioso, en función de que una parte de la villa permanezca como está”, sostuvo Gentilini en una comunicación oficial difundida este lunes a media mañana.

El titular del bloque Frente Renovador en la Legislatura porteña explicó que “el hecho de que quede parte de la villa tal como está es funcional al mantenimiento del negocio ilícito de la renta inmobiliaria informal que se da en las villas. De mínima, esto significa explotación de pobres contra pobres y, de máxima, organización delictiva ligada a otros ilícitos para explotar a las familias con menos recursos, que se terminan hacinando en viviendas precarias pagando alquileres exorbitantes”.

Al final de su exposición, Gentilini aclaró que acompañaría con su voto el proyecto de la Rodrigo Bueno, ya que “se tomaron elementos del proyecto que presentó mi equipo y no podemos oponernos a una mejora, aunque sea parcial, de las condiciones habitacionales de los vecinos”, subrayó.

on respecto al proyecto de urbanización de la Villa Fraga, el vicepresidente primero de la Comisión de Vivienda de la Legislatura votó afirmativamente en general y planteó una modificación del artículo 3 con respecto a la composición de la Mesa de Gestión Participativa, -en la que ya estaban incluidos los vecinos, el Poder Ejecutivo, la Defensoría del Pueblo y la Defensoría General de la Ciudad-, para que se incorpore al Poder Legislativo local como un actor más. “De esta manera los diputados, en este caso de la Comisión de Vivienda, podremos garantizar un cumplimiento efectivo  de la normativa y de su implementación”, afirmó Gentilini.

Entre sus disidencias, el titular del bloque Frente Renovador de la Legislatura señaló que el proyecto aprobado “no especifica el dominio de la tierra, o sea a quién pertenece el terreno sobre el que se va a comenzar a urbanizar; tampoco se hace mención al porcentaje de viviendas nuevas que se van a construir y las que se van a recualificar; ni se sabe qué ocurrirá con los talleres ferroviarios y la mutual donde se desarrollan desde hace muchos años actividades sociales y de sustento para el barrio”.

 

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