Nueva audiencia pública por el saneamiento del Riachuelo

Será el próximo 12 de julio en el Centro Metropolitano de Diseño. Convoca ACUMAR.

La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) realizará el 12 de julio desde las 9 de la mañana una nueva audiencia pública por el saneamiento del Matanza Riachuelo en el Centro Metropolitano de Diseño de Barracas (Algarrobo 1041, Comuna 4). La inscripción es online, libre y gratuita en la web audienciapublica.acumar.gob.ar.

“Tres líneas de acción para el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo” es el tema que convoca a participar, informan desde ACUMAR. Los oradores podrán anotarse hasta el 9 de julio inclusive.

“Las tres líneas de acción descritas demuestran la visión del río que queremos: un río para disfrutar. Un río que invite a interactuar con él, que facilite el desarrollo humano y que sea fuente de disfrute, dejando de ser un riesgo para los vecinos. Estas acciones, enmarcadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, marcan el camino hacia un río que se respete y una comunidad comprometida con el río, a través de una interacción positiva con el ambiente. Creemos en una política de Estado, con objetivos y metas, de largo y mediano plazo, con acciones concretas y obras vitales. Creemos en el objetivo común y la visión compartida de un río más sano”, detalla el documento de consulta.

“En 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un fallo histórico en el que obligó a los Estados demandados a presentar un plan de saneamiento. En 2009, ACUMAR elaboró el Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA), herramienta de gestión que permite el accionar coordinado entre los distintos actores que trabajan para resolver las problemáticas de la región. El PISA está organizado en 14 líneas de acción que ordenan todas las tareas, actividades, programas y proyectos para lograr tres objetivos fundamentales: mejorar la calidad de vida de la población que habita la Cuenca, recomponer el ambiente y prevenir futuros daños. Este plan es flexible y dinámico y se adapta a las complejidades del territorio”.

“Por ello, en 2016, ACUMAR presentó una actualización del PISA, con un nuevo espíritu regido por un proceso de participación de la comunidad en base de una “Visión Compartida de la Cuenca”, deseada por todos los habitantes y actores que viven y trabajan en la Cuenca. Hoy, la Cuenca se encuentra en un estado de situación que muestra evidentes mejoras desde la creación de ACUMAR, hace más de 10 años. Conociendo los desafíos principales que se deben perseguir, se puede decir que se ha mejorado el control industrial, la gestión de los residuos se ha vuelto más eficiente y se realizaron y se están realizando obras de infraestructura que permiten dar tratamiento a los efluentes cloacales”.

“ACUMAR trabaja sobre tres fuentes de contaminación: la industrial, la cloacal y la producida por los residuos sólidos urbanos. La contaminación industrial es producto de los vertidos de efluentes industriales con escaso o nulo tratamiento. En la Cuenca hay frigoríficos, curtiembres, fábricas, actividades rurales. Durante años, los establecimientos utilizaron al río como un “gran cesto de basura”, vertiendo allí todo lo que no les servía: líquidos y sólidos. La contaminación cloacal es generada a partir del vertido de líquidos cloacales insuficientemente tratados, las descargas de barros y desagües clandestinos, así como de las viviendas que, al no contar con acceso a la red de cloacal, utilizan cámaras sépticas y pozos de infiltración”.

“Durante muchos años los desechos cloacales fueron volcados directamente al río. Hoy, las plantas de tratamiento sirven para depurarlos y no contaminar, pero aún hay mucha población en la Cuenca que no cuenta con este servicio. Por último, los residuos sólidos generados como consecuencia de las actividades que se desarrollan en el territorio constituyen otra fuente de contaminación que se ve agravada a partir de la incorrecta disposición. En la actualidad, se generan aproximadamente 10.000 toneladas de residuos por día en la Cuenca. El crecimiento de las ciudades y de la población hizo que cada vez se genere más basura. Crecieron los basurales a cielo abierto y muchos residuos terminan flotando en el río, tirados en espacios naturales o en las márgenes de los arroyos. El Riachuelo fue espacio de disposición de todo tipo de residuos, incluso de autos y buques”.

“En esta instancia del proceso de saneamiento, el objetivo más importante para ACUMAR es que se deje de contaminar el río. Las prioridades del organismo para que esto suceda son claramente tres: avanzar con las obras de cloacas logrando el 100% de conexión domiciliaria, en concordancia con los Planes Directores de AYSA y ABSA, y el Sistema Riachuelo; mejorar significativamente la gestión de fiscalización sobre las industrias que contaminan, logrando su adecuación ambiental; y reducir los residuos enviados a disposición final y recomponer los daños provocados por la presencia extendida de basurales, los cuales impactaron también en los ríos y arroyos presentes en el territorio. Para que todo esto suceda, resulta indispensable lograr que el compromiso de los funcionarios de las tres jurisdicciones y de los 14 intendentes alrededor del objetivo común del saneamiento del Riachuelo, sea una realidad”.

“Es fundamental crear confianza entre las administraciones para planificar y accionar en conjunto las prioridades que hoy tenemos en nuestra región, así como generar conciencia y conductas responsables en los industriales y en la población en general para dejar de contaminar. El mayor desafío es seguir avanzando en el compromiso conjunto entre la Nación, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 14 municipios alrededor del objetivo común: el saneamiento del Riachuelo, en línea con la AGENDA 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incorporando y ampliando las líneas de trabajo en relación a la Salud y bienestar, Agua limpia y saneamiento, Ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsable, vida de ecosistemas terrestres y Alianzas para lograr los objetivos. En este sentido, constituye un desafío generar un horizonte común de mediano y largo plazo que, basado en compromisos, tenga continuidad e independencia sobre los ciclos políticos y que se constituya como política de Estado que apunte a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la Cuenca de manera sostenible e inclusiva”.

“Mejorar la calidad de vida brindando infraestructura básica es un paso importante tanto para los vecinos como para el saneamiento del río. Hoy, el 85% de la contaminación por carga orgánica es de origen domiciliario, y por ello se está trabajando muy fuertemente junto con AySA para culminar las obras más importantes”.

“Los objetivos de cobertura apuntan a alcanzar el 95% para comenzar a notar mejoras significativas en la calidad del río. En ese sentido, ya se encuentran operativas las Plantas Cloacales de Lanús y Fiorito, y en 2023 entrará en funcionamiento el Sistema Riachuelo, la obra que beneficiará a más de 4 millones de personas”.

“Por otra parte, la ampliación progresiva de la cobertura cloacal con anulación de los pozos ciegos y cámaras sépticas, sumado a un progresivo mejoramiento del tratamiento de las aguas servidas, vertidas a cuerpos receptores en función de su capacidad receptiva y el límite de uso permitido para sus aguas, se traducirá en una serie de efectos positivos como mejoramiento de la salud pública, de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas, de vida y el desarrollo humano en general”.

“Asimismo, aun cuando la Agencia de Planificación (APLA) ha avanzado en materia normativa, resulta esencial actualizar los Marcos Regulatorios de modo tal que las prestatarias puedan operar en todos los sectores, incluyendo villas, asentamientos irregulares y complejos habitacionales. Por otra parte, en todos los casos, se deberá abordar fuertemente la variable financiamiento, ya que de ello depende la continuidad y celeridad del avance de la expansión”.

“Lo mismo debe hacerse con el serio problema que acarrea que los vecinos no se conecten a la red de saneamiento, haciendo que la inversión en infraestructura no sea totalmente aprovechada. A la fecha se observan diversas causas por las cuales los vecinos no se conectan rápidamente a la red, siendo la falta de recursos económicos un factor preponderante: cuando las viviendas ya poseen pozos absorbentes, o vuelcan a pluviales, se autopercibe el problema de los desagües como resuelto para la población, haciendo necesaria una concientización que revierta ese desinterés y desinformación, acompañados de programas de financiación adecuados. En este sentido, el programa piloto de conexiones intradomiciliarias busca desarrollar alternativas y herramientas de financiamiento para revertir esta situación”.

“Es necesario que se establezcan normativas claras y concretas acerca de los establecimientos o barrios desvinculados que poseen su propio tratamiento, a fin de que estos formen una figura responsable que administre, opere y mantenga sus propias instalaciones, garantizando vuelcos que cumplan con las normativas vigentes, hasta tanto sean alcanzados por la cobertura de las redes externas. En materia de residuos, es tarea pendiente trabajar en el fortalecimiento e implementación de sistemas locales de gestión sustentables, que pongan foco particularmente en políticas de prevención y extiendan el compromiso de todos los actores involucrados en el circuito local de los mismos”.

“Para ello, es fundamental continuar con líneas de acción (como ACUMAR 3R) que contemplen herramientas estratégicas para la convocatoria de todos aquellos partícipes de la gestión de residuos a nivel local. De este modo, se vuelve imprescindible dar continuidad en el tiempo a los programas que promueven un manejo responsable de los residuos domiciliarios por parte de la comunidad, así como acompañar los esfuerzos locales para el desarrollo de gestiones diferenciadas de residuos que recuperen material reciclable y disminuyan así el volumen de residuos enviado a disposición final. En relación al control de la contaminación industrial, es fundamental seguir coordinando y articulando acciones entre todas las autoridades de aplicación que tienen responsabilidades en los establecimientos que están en la Cuenca”.

“En este sentido, la armonización normativa, los procedimientos claros y eficientes, la información compartida y fiscalizaciones conjuntas, permiten tomar acciones directas sobre los posibles contaminantes, apuntando principalmente a prevenir los impactos, en lugar de actuar con posterioridad a su generación. La creación de normativas más claras y consensuadas con las autoridades locales, como las que últimamente promulgó ACUMAR, permiten ser más estrictos con los incumplimientos por parte de los administrados (mayores tipos de infracciones, con montos de multas más significativos) y dan herramientas para hacer las presentaciones de los trámites más ágiles y transparentes. Las tres líneas de acción descritas demuestran la visión del río que queremos: un río para disfrutar”.

“Un río que invite a interactuar con él, que facilite el desarrollo humano y que sea fuente de disfrute, dejando de ser un riesgo para los vecinos. Estas acciones, enmarcadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, marcan el camino hacia un río que se respete y una comunidad comprometida con el río, a través de una interacción positiva con el ambiente. Creemos en una política de Estado, con objetivos y metas, de largo y mediano plazo, con acciones concretas y obras vitales. Creemos en el objetivo común y la visión compartida de un río más sano”.

Deja un comentario