Myriam Bregman: “Hay una gran construcción mediática para denigrar la militancia”

El Frente de Izquierda (FIT) viene de hacer buenas elecciones en diversas provincias del país y con un marcado aumento a nivel electoral. Myriam Bregman, candidata a jefa de Gobierno por ése espacio, afirma que “tenemos definido un perfil político”, que “(no somos) una bolsa de gatos” , al tiempo que define cómo harían para llevar a cabo su programa de gobierno: “Sabemos qué intereses vamos a afectar, algo que la mayor parte de los candidatos no se anima a decir”.

-Myriam, ¿por qué candidata a Jefa de Gobierno de la CABA?
– Fue una propuesta de mi partido, el PTS que forma parte del Frente de Izquierda que lo conformamos en el 2011. La propuesta fue aceptada por el resto de los partidos que integran el frente como el Partido Obrero e Izquierda socialista. Por eso vamos en una lista única con mi candidatura a jefe de gobierno y en los primeros lugares para legislador, están Marcelo Ramal, Patricio del Corro (de la juventud del PTS) y Laura Marrone de Izquierda Socialista.

-¿El FIT cuenta con un plan definido en cuanto a sus ideas a implementar?
– Creo que, para responder esto, hay que contextualizarlo en lo que pasó con la cena de Mauricio Macri con los empresarios. Esto nos marca el modelo de ciudad y país que nos está proponiendo para gobernar. Para nosotros, la política que llevamos adelante en esta campaña es invertir ese modelo. Defendemos los intereses de los trabajadores y no de los empresarios. Hoy hablé con trabajadores de la empresa LAN que veían a Macri que se postula como presidente de la Nación con empresarios que son a los que ellos enfrentan por los reclamos de salario, de condiciones de salud e higiene. Para los trabajadores es una imagen preocupante pero desde el empresariado o la Bolsa de Comercio se puede ver con simpatía este tipo de eventos. Nosotros estamos en la vereda opuesta ya que asesoramos a los trabajadores en las comisiones internas de esas empresas que ayer fueron a charlar con Macri. Al respecto, parece que no fueron tampoco empresarios demasiado importantes. Parece que le están exigiendo más porque en muchos casos, les mandaron gerentes de RR.PP, una segunda línea. Es evidente que le están exigiendo algunas definiciones económicas -que en la cena no las hizo- para darle definitivamente su apoyo.

-¿Temas como salud y educación forman parte de las propuestas del FIT?
– Exacto. Ramal presentó en la Legislatura un proyecto de trabajo de seis horas en los hospitales públicos. Muchos de los trabajadores, con años de antigüedad, ganan $ 6000 o alguna persona en jefatura, con 20 años de antigüedad, $ 8000. Muy bajos los sueldos que tienen que ver con que el hospital público está sufriendo una política para que desaparezca. En el caso de la educación es más conocida esta situación pero no por eso menos grave. Hay colegios en condiciones terribles en su infraestructura. El Lengüitas, que siempre fue de los que mejor estaba, denunció la presencia de alacranes y ratas, así como aulas container que tuvieron que ser cerradas por tener problemas eléctricos. También se destaca la ausencia de vacantes en jardines maternales del Estado, que sean públicos y con doble jornada. Algo imprescindible para una familia trabajadora. Son pocos en relación a la cantidad de habitantes que hay. Esto lleva que haya familias que tengan que pagar entre 3000 y 4000 pesos en jardines privados. Pero cuando uno tiene que salir a trabajar, el tema de dónde se deja a los chicos es prioritario. Todo esto acompañado con un salario docente acorde a la canasta familiar.
Además, la gestión macrista ha apostado al crecimiento de la educación privada porque han aumentado muchísimo los subsidios a este sector, que ya de por si, cobra una cuota. Si estos subsidios fuesen a la educación pública, estaríamos hablando de una educación pública de muchísima más calidad e implementar algunas de las cosas ue ya hablamos. Estamos por la eliminación de los subsidios a la educación privada.

-¿Por qué debería elegir el votante porteño al FIT como opción de voto?
– Nosotros tenemos definido un perfil político. Sabemos qué intereses vamos a afectar, algo que la mayor parte de los candidatos no se anima a decir. Encontramos una polarización en la ciudad en la que Macri y sus candidatos dan un mensaje de que van a gobernar para los sectores más pudientes de la ciudad. El resto de las listas trata de esconder qué intereses va a defender. Nosotros los defendemos claramente.

-¿Cuales serían las propuestas?
– Queremos hacer una política fuerte de planes de viviendas a través del acceso a crédito barato para todo aquel que quiera acceder a su primera vivienda. Pero decimos que debe salir de impuestos a las grandes fortunas y a las viviendas ociosas. Creemos que hay que terminar con esos grandes edificios construidos para la especulación inmobiliaria. Decimos de donde van a salir los fondos y que intereses vamos a afectar. Entonces, aquel que este dispuesto a acompañarnos en estas ideas, nos tiene que votar a nosotros. Hay más de veinte candidatos pero hay como una especie de “gris” en el que todos prometen pero nadie dice de donde va a salir el dinero y como van a hacer para alcanzar esos objetivos. Nosotros lo decimos claramente. En el tema vivienda, decimos de dónde vamos a sacar ese plan de viviendas, controlado por los trabajadores y no por empresarios amigos de Macri como Nicolás Caputo que se benefician ellos con la obra pública. Esto incluye a la urbanización de las villas a las que Macri se ha comprometido pero no hizo ni va a hacer. También decimos que el Banco Ciudad debe tener créditos a tasa cero para que una familia o una pareja de jóvenes puedan acceder a una vivienda lo cual hoy es imposible por los ingresos y requisitos  que requieren.
En el FIT, en salud, educación y vivienda, vemos algunos de los problemas. Si hablamos de este tema, no podemos dejar de mencionar que la política del macrismo –con la compañía del gobierno nacional- ha sido el desalojo violento del barrio Papa Francisco cuando ya veníamos del Indoamericano. La policía metropolitana de Macri junto con la gendarmería de Berni –un aval concreto del gobierno nacional- mostraron que no van a permitir ni siquiera la ocupación de terrenos en muy malas condiciones. Con el argumento que iban a combatir al narcotráfico, no pudieron mostrar nada. Ni la banda de los Paraguayos. Todo acompañado de una campaña muy xenófoba contra inmigrantes. No pudieron mostrar ni un solo narcotraficante pero si gente que pierde hasta la posibilidad de vivir en condiciones muy precarias. Una fuerte política discriminatoria y xenófoba hacia sectores más pobres de la ciudad. Todo a favor de ganar terreno para las corporaciones amigas.

-Recuerdo que hubo un fuerte componente xenófobo no solo de las autoridades sino del propio ciudadano de la ciudad, avalando los desalojos.
– Bueno, creo que primero hay que ver cual es el origen. No nos olvidemos que Berni hizo una campaña muy fuerte en contra de los inmigrantes. En el mismo Congreso Nacional, se discutieron leyes de alto contenido xenófobo, de si los delitos aumentaban o se quitaba la posibilidad de la excarcelación. Se habló hasta de la expulsión de los inmigrantes que cometieran incluso un delito menor. Hubo una fuerte campaña xenófoba el año pasado. Después decimos que hay una reacción de la sociedad pero hay que marcar su origen. No hay ninguna estadística seria que muestre que, por ejemplo, la comunidad boliviana tenga mayor participación en el delito que los propios nacionales. Son campañas absolutamente construídas. Berni habló barbaridades de la banda de los Paraguayos cuando fue el desalojo del barrio Papa Francisco o la banda de los colombianos cuando tocaron el auto del fiscal Stornelli. Cada cosa que ocurría en Argentina, puso un inmigrante adelante y no comprobó absolutamente nada. Se le conocen más delitos que ha cometido él de los que ha dicho que podía probar de los demás.

-He notado que el FIT viene con muchas expectativas para esta elección…
– Tenemos expectativas porque venimos de las primeras PASO en Mendoza donde nuestro candidato Nicolás del Caño hizo una excelente elección, saliendo segundo. Esto demuestra que, más allá de haber elecciones un tanto polarizadas, el FIT se va instalando como una verdadera alternativa de los trabajadores.

-¿Cómo reciben la crítica que se le hace al FIT en la construcción del tan mentado frente que incluya a todas las fuerzas?
– Creo que nosotros hemos construido un frente con una fuerte identidad política y es eso lo que defendemos. Podemos hablar con otras fuerzas y sectores que quieran incorporarse pero todo tiene que ser a partir de esta identidad política. Lo que no vamos a hacer es mero oportunismo electoral de incorporar gente para las elecciones y pelearse al día siguiente por las profundas diferencias. De esto está lleno y ni hablar de la centro-izquierda que viene de hacer uno de los papelones más grandes de la historia como fue lo de UNEN, un frente que se desunió a los cinco minutos, partido entre distintas opciones de derecha.
Para nosotros es al revés. Lo característico del Frente de Izquierda es que tiene una identidad política muy definida a la cual defiende y que nos ha ido muy bien. Esto no significa ser sectario ya que todos pueden ver que nuestra política es muy potente, de lucha, lejos de ser sectaria. Tenemos definiciones políticas muy claras.

-También se los acusa de ser dogmáticos….
– No creo. Se nos ha visto hacer política en todo este año y hemos obtenido senadores y diputados. Tenemos mucha experiencia como para que nos acusen de cerrados, cuando hemos estado junto a los trabajadores de todo el país. Si eso es ser cerrado…..Eso si, bolsa de gatos no somos. Y si, bueno, UNEN es eso. En pos de la palabra “unidad” a veces se hacen acuerdos que son solo electorales y que no tienen ningún futuro político.

-¿Cómo ves al electorado porteño?
– Hay que verlo todavía. Creo que recién se está empezando esta discusión. Nosotros apuntamos a un electorado claramente definido. Incluso apuntamos a un electorado progresista, que ha visto que, por más que no coincida con el conjunto de nuestras ideas, somos los principales defensores de algunas banderas que muchos dijeron defender y no lo hicieron. En mi caso provengo de la lucha por los Derechos Humanos y las libertades democráticas. Hay mucha gente que nos va acompañar con su voto porque ve que somos los más consecuentes con lo que postulamos. No es que en un momento luchamos contra los genocidas y después lo tenemos a Milani. Tenemos principios que defendemos. Asi como enfrentamos al Tigre Acosta y Astiz, hoy enfrentamos a Milani que es uno de ellos.

– Macri gana tanto en Barrio Norte como en Mataderos o Soldati, lugares donde no debería tener mucha penetración, ideológicamente hablando ¿Por qué?
– Son fenómenos complejos de analizar. Macri lo sabe leer muy bien porque hace una política muy orientada a los sectores más acomodados y en otros, intentan algo que no se diferencia en nada del viejo PJ o del kirchnerismo, con su política clientelar. Macri tiene un aparato electoral armado en su propio beneficio. Impuso el piso proscriptivo del 1.5 pero no puso publicidad para que podamos llegar al conjunto de la ciudad. Por eso acompañamos a una gran campaña militante sin que dejemos de denunciar que se armó toda esta campaña para el PRO. Lo podes ver cuando quisieron poner el voto electrónico y vieron que Michetti no se bajaba, ¡lo sacaron! Un papelón. Además, en dos años, aumentó en 102% el presupuesto en publicidad mientras al resto de las fuerzas no nos permite visitar Radio Ciudad. En la campaña anterior, tuvimos solo cinco carteleras en toda la ciudad.
Todavía no están definidas las porciones de como se va a definir el electorado. Nosotros si sabemos a quien nos vamos a dirigir.

-Hubo una suerte de resignificación en el concepto de “militancia”, que se tornó, para el ciudadano común, un tanto negativa. ¿Creés que es asi?
– Hay una gran construcción mediática para denigrar la militancia. Macri mismo creó el 0800-buchón, que se abrió para denunciar cuestiones referidas a la militancia. Hay una profunda campaña contra la militancia. Igualmente, no creo que sea obra pura y exclusiva del kirchnerismo el reverdecer la militancia sino la consecuencia política o la respuesta, mejor dicho, a las jornadas del 19 y 20 de diciembre en Argentina y se cantaba “que se vayan todos”. El kirchnerismo tuvo una fuerte política para que no se vayan todos sino que se queden todos pero con otro discurso. Esto se ve en personajes como Anibal Fernández o el propio Néstor Kirchner como cambió el discurso pre2001 y post 2001. Ahí hay un gran armado donde La Cámpora y otras agrupaciones, con un gran manejo clientelar, de tomar las cosas del Estado como si fueran propias o incorporar a amigos, crea un desprestigio. Eso no lo niego pero no afecta a las fuerzas de izquierda. Sino no creceríamos como estamos creciendo. Igualmente no creo que sea mayoritaria la crítica a toda la militancia. Se sabe diferenciar. Incluso personas que no comparten nuestras ideas o el conjunto de las mismas, reivindican nuestro compromiso. Queremos construir una militancia fuerte pero opuesta a la Cámpora, que no sea para defender los intereses de los amigos sino de los trabajadores.

-Hay muchas fuerzas de izquierda en la Ciudad, ¿eso no les puede restar votos?
– El FIT ya está instalado en la ciudad y en el país. La diferencia es que nosotros somos una fuerza nacional. Tenemos diputados en Neuquen, Mendoza y Salta. Creemos que el FIT es una alternativa de izquierda fuertemente definida. Decimos claramente que intereses vamos a defender. Tenemos dos años de gestión en las bancas para demostrar cual ha sido nuestra actitud y como hemos enfrentado a la casta política, a la derecha y al kirchnerismo.