Los Piletones: montaron un restaurante en un antiguo vagón de la Línea A
Subterráneos de Buenos Aires S.E. hizo la donación. Tiene espacio para 30 comensales.
Subterráneos de Buenos Aires S.E. hizo la donación. Tiene espacio para 30 comensales.
Gustavo Yankelevich y Máximo Ferraro, integrantes de Salto Diseño en Acción, acondicionaron un antiguo vagón de la Línea A de Subtes, una de las famosas “Brujas”, y la convirtieron en un restaurante con espacio para 30 cubiertos. Está ubicado en el barrio Los Piletones de Villa Soldati (Comuna 8).
La empresa Subterráneos de Buenos Aires S.E. (SBASE) había donado la unidad a la fundación Margarita Barrientos.
El vagón devenido en restaurante será inaugurado de manera oficial en marzo. Habrá un ciclo de charlas para “Mujeres empoderadas” a cargo de Barrientos, con apoyo de varias empresas.
“El diseño es el eje creador que desarrolla un montón de procesos que dan la posibilidad de vivir mejor en distintos ámbitos. Queríamos que fuera atractivo, funcional, alegre, bello y elegante”, dijo Ferraro a Perfil.
Sobre el menú, Ezequiel Eguía Seguí, director ejecutivo de la Fundación Margarita Barrientos y de la ONG La Tomasa Huerta, dice: “Hamburguesas de Brangus acompañadas por la lechuga hidropónica y las verduras que cultivan los chicos que trabajan en la huerta”.
Cuando los vagones dejaron de circular, el 11 de enero de 2013 (tras 99 años, un mes y diez días de servicio), la administración porteña había dicho que varios vagones iban a ser fijados en El Cultural del Sur, en Parque Lezama y en las plazas cercanas al trazado de la Línea A, como el Parque Rivadavia, Plaza Flores o Primera Junta.
La Legislatura porteña sancionó la Ley N° 4886 que ordenó que 20 de los históricos coches fueran “puestos en valor, reacondicionados y adaptados técnica, mecánica y eléctricamente” de modo que volvieran a circular “con fines educativos, culturales y turísticos”.
El trabajo de restauración de las unidades comenzó en 2013 y estuvo a cargo de Subterráneos de Buenos Aires, bajo la dirección de la arquitecta María Elena Mazzantini con la colaboración técnica e historiográfica de la Asociación Amigos del Tranvía (AAT).
En agosto de este año, por primera vez en cinco años, hubo viajes en los históricos vagones. Es parte de un proyecto turístico ideado por el Gobierno porteño a través del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte.