Los manteros de Once siguen activos: Ciudad les incautó 18.000 objetos destinados a la venta callejera

Inspectores del Ministerio de Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entre septiembre y noviembre incautaron más de 18.000 objetos destinados a la venta en las calles de Once, en el barrio de Balvanera (Comuna 3). Además, hicieron 789 actas de infracción por uso indebido del espacio público.

Este verano el Gobierno porteño, a través de un operativo de la Policía de la Ciudad, desalojó a los manteros que tenían carpas y tablones llenos de mercadería sobre la avenida Pueyrredón, entre Rivadavia y Corrientes. Muchos de los puesteros hicieron una capacitación y ahora venden en tres galpones en torno a Plaza Miserere (uno en Boulogne Sur Mer y Perón y dos en La Rioja e Hipólito Yrigoyen).

Durante varios meses hubo calma en las aceras de Pueyrredón, pero desde hace un tiempo los vecinos del barrio denuncian que hay manteros “itinerantes” cerca de la estación ferroviaria y en otras partes de esta zona comercial de Balvanera. En vez de carpas como se hacía antes, ahora llevan los productos en cajas de cartón o en la mano.

Inspectores del Ministerio de Ambiente y Espacio Público y de la Comuna 3 y efectivos de la comisaría 7 (Lavalle y Pueyrredón) hacen recorridas diarias e incautan mercadería ofrecida en la vía pública. Sin embargo, la presencia de los puesteros continúa activa.

Desde entidades que respaldan a los manteros, como Vendedores Libres, afirman que hay un ensañamiento oficial contra los vendedores callejeros, que apelan a la oferta de productos menores para garantizar la subsistencia.

En muchos casos cuando inspectores porteños o efectivos policiales hablan con un vendedor de la calle, este les dice que cuenta con un amparo a su favor para ofrecer mercadería en la vía pública. Por ejemplo, quienes venden velas y estampitas frente a la parroquia Nuestra Señora de Balvanera (Azcuénaga y Mitre) dos semanas antes del día 19 de cada mes, que se llena de files y devotos, solicitan un permiso especial, por lo cual no pueden ser desalojados por la fuerza pública.