La playa inesperada de Costanera Norte: cuando baja el río los vecinos pescan y pasean en la arena
El lugar está en la curva de la avenida Rafael obligado y Calle 13, detrás de Costa Salguero.
Para un porteño, ver una costa de arena que luego se funde en agua y más tarde fuga al horizonte no es cosa de todos los días. El que vive en Mar del Plata, Santa Teresita o cualquier balneario del Atlántico lo tiene como algo diario, como pasa acá con el Obelisco. Por fortuna, no hay que hacer los bolsos para tener una sensación ribereña cada tanto. Basta con ir un día de corriente baja a la curva de la avenida Rafael Obligado, detrás de Costa Salguero. Como un tesoro que se guarda El Plata, emerge una breve, pero contundente, playita con arena.
Cuándo el río se retira y las olas son suaves, los pescadores se llenan los pies de arena y pasan la tarde con las cañas de cara al Plata. “Vengo siempre al espigón ahí por el Aeroparque, pero acá está lindo para venir con los nenes para que jueguen un rato”, nos dice Ramiro, que es oriundo de Merlo, pero los fines de semana pasea con la familia con mojarreros atados al techo del auto.
Mientras sus dos hijos entrenan lo que papá les enseño sobre la pesca, nos cuenta que en esta zona del río se pueden sacar bogas, mojarras y, con mucha suerte, dorados.
Para entendidos en la pesca recreativa, la Costanera Norte —también los Lagos de Palermo— es un buen lugar para pasar una tarde amena y hacer las primeras horas de entrenamiento.
En esta zona frente al río hay un paseo peatonal que bordea la parte trasera de Costa Salguero. De lunes a lunes hay gente que fija sus cañas y pasa la tarde. Si hace frío, montan carpas. Si hace calor, toman algo refrescante. El placer por la pesca porteña siempre está.
“Pescar, podés venir a pescar siempre, pero cuando baja el río y está la arena es bárbaro. Es otra sensación”, resume Mario.
Esta playa tiene yuyales y está al lado de los amarraderos de los barcos cargueros de mediana envergadura. La corriente suele llevar y traer basura y en muchos sectores es hasta desagradable estar más de un rato, sin embargo, los pescadores buscan buena ubicación y disfrutan el paisaje.
Es que, cuando el Plata baja el copete y lo permite, en este rincón portuario está la verdadera Buenos Aires Playa.