La Justicia mantiene protegido el Palacio Roccatagliata en el barrio de Coghlan
La justicia de la Ciudad de Buenos Aires resolvió mantener la protección sobre el Palacio Roccatagliata, un residencia de principios del siglo XIX, y suspender la autorización otorgada por el gobierno porteño para la construcción de dos torres en ese predio, ubicado en el barrio de Coghlan.
Así lo dispuso la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo y Tributario porteño, al aceptar un planteo para que se mantuviera la orden de protección cautelar del palacio, construido en 1900, objeto ahora de un emprendimiento inmobiliario.
La causa judicial se inició con la presentación de dos recursos de amparos por parte de asociaciones civiles y vecinos de los barrios de Belgrano y Coghlan. Solicitaban la intervención judicial ante la existencia de un proyecto inmobiliario para la construcción allí de un complejo de dos torres con 350 departamentos. El proyecto, además, abarca la recuperación integral de la casona, situada en Balbín y Roosevelt.
En septiembre de 2013, el juez de primera instancia Lisandro Fastman impidió cautelarmente la realización de modificaciones en la villa construida para Juan Roccatagliata y ordenó que se arbitraran medidas de protección adecuadas para evitar daños en el palacio y en el predio que lo rodea. En abril último, al resolver la cuestión de fondo, el magistrado dejó sin efecto la medida porque entendió que el inmueble ya se encuentra bajo el paraguas de la ley 4687, que le brindó nivel de protección cautelar, según los parámetros del Código de Planeamiento Urbano.
Esa protección cautelar impide alterar las fachadas del inmueble o construir en el interior estructuras que resulten visibles desde el espacio público.
La más reciente decisión del juez Fastman fue apelada por los impulsores del expediente. Por eso, los camaristas Hugo Zuleta y Esteban Centanaro entendieron que no se trata de una sentencia firme y resolvieron por mayoría que resulta necesario preservar el inmueble hasta tanto exista un fallo de segunda instancia.