La izquierda propone declarar la emergencia de salud laboral en el subte e interpelar funcionarios porteños
Legisladores porteños del FIT señalan que se debe “actuar con urgencia” para evitar que más trabajadores o pasajeros tengan secuelas.
Desde el bloque parlamentario Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) proponen declarar la emergencia de salud laboral en subte porteño por la contaminación con asbesto en varias formaciones de la Línea B, que generó problemas de salud en al menos cinco trabajadores. Además, solicitan interpelar a funcionarios de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) y del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte.
Por caso, buscan citar a la Comisión de Salud de la Legislatura porteña al jefe de Gabinete Felipe Miguel; al presidente de SBASE, Eduardo De Montmollin; al ministro de DUyT, Franco Moccia.
Desde el FIT fundamentan: “Se confirman que los trabajadores son afectados por asbesto en el subte. La novedad consiste en la comprobación fehaciente de patología pulmonar por asbesto en trabajadores del subte. Cinco casos sobre cerca de 100 en estudio, que pueden ser más a medida que avance la revisión, plantean la necesidad de la urgente presentación de un plan general de desamiantación por parte de la empresa Metrovías y el gobierno de la Ciudad y el chequeo médico inmediato de todo el personal. Sin embargo esto no ha ocurrido. El peligro que representa la manipulación de este mineral compuesto por fibras invisibles, de altísima difusión y efecto patogénico, y la posibilidad de respirarlo trabajando en el ámbito del subte, viene provocando medidas de retención de tareas por parte de los trabajadores de talleres de las líneas B y C y un estado de conflicto en tráfico y estaciones de la línea B. Medidas que han obligado a la parte patronal a reconocer parcialmente la presencia del asbesto y la remoción de algunas partes. Los nuevos hallazgos y la certeza –como se planteó en la conferencia– de que la contaminación se extiende a otras formaciones y otras líneas, generalizan un estado de emergencia de salud pública que incluye a trabajadores y usuarios”.
“Es necesario actuar con urgencia, para que ningún trabajador más del subte esté expuesto a la aspiración de esta sustancia, mientras se realizan las tareas de desarme y reemplazo de partes o, donde corresponda, de la totalidad de formaciones, más la detección y limpieza en estaciones y túneles”, añaden.
Sobre la emergencia sanitaria afirman: “La empresa Metrovías S.A. ha reconocido la presencia de asbesto en el subte, luego de meses de negarlo perdiendo valioso tiempo para reparar las consecuencias y evitar problemas mayores de salud de los trabajadores. Recientemente, además, Metrovías S.A admitió en un comunicado público que varios trabajadores de la línea B, del taller Rancagua, ya padecen de afecciones en su salud producto del asbesto. Este reconocimiento se limita por el momento a los trenes Mitsubishi de la línea B, postergando formaciones de otras líneas que tienen la misma antigüedad, o mayor, de las que también se supone que tienen asbesto. Sin embargo Metrovías y SBASE, dueño y responsable de las formaciones que circulan en el sistema de transporte subterráneo, se toman el tiempo para ir viendo de a poco y en la medida en que no les queda otra posibilidad, todas las piezas que puedan tener asbesto”.
“El resultado de los estudios médicos realizados es alarmante. De 100 trabajadores que fueron sometidos a estudios médicos, al menos en 5 se detectó afecciones a su salud producto de la presencia de asbesto en su cuerpo. Y aún en este caso la empresa no ha presentado siquiera un cronograma de estudios médicos para el conjunto del personal, ni siquiera para todos los trabajadores de la B o el conjunto de trabajadores de los talleres”, concluyen.
Los metrodelegados empezaron a protestar a comienzos del año pasado ante la enfermedad de trabajadores del Metro español, al cual el Gobierno compró los vagones de la Línea B en 2011. Luego de varios paros y medidas de fuerza, las autoridades oficiales estudiaron las formaciones. Los resultados mostraron la presencia de amianto y daños en la salud de varios trabajadores.