La gobernabilidad, otra encrucijada para Martín Lousteau

Sea cual fuere el resultado del balotaje, el PRO tiene asegurada, desde el 10 de diciembre, una dotada primera minoría en la Legislatura porteña y mayoría en casi todas las comunas de la Ciudad.

Sea cual fuere el resultado del balotaje, el PRO tiene asegurada, desde el 10 de diciembre, una holgada primera minoría en la Legislatura porteña y mayoría en casi todas las comunas de la Ciudad. Esa realidad, numéricamente adversa en manos de una eventual oposición del PRO, es insoslayable en términos de gobernabilidad.

Si gana las elecciones del 19 de julio, en la que los porteños elegirán en segunda vuelta al próximo jefe de Gobierno, el candidato de Eco, Martín Lousteau, tendrá que convivir con una legislatura porteña conformada por 27 legisladores del PRO y 13 del Frente para la Victoria.-

Martín Lousteau contaría entre los suyos sólo a 14 legisladores porteños. El frente conformado por la UCR Capital, la Coalición Cívica y el Partido Socialista también estará en desventaja en todas las comunas, donde el resultado de la primera vuelta, celebrada el 5 de julio, ya determinó la preponderancia macrista.

De hecho, en todo el área sur, el kirchnerismo obtuvo el segundo puesto, desplazando a ECO al tercer lugar en la preferencia de los votantes, y por ende, en la distribución de cargos a nivel comunal en cinco distritos.

Este panorama resulta más que inquietante para el economista. En términos de gobernabilidad, la situación es extremadamente compleja, al punto que deberá, sin lugar a dudas, tener que ceder más poder del que podría retener.

De darse esa circunstancia, es fácil imaginar que entrarán en acción las principales armadores tras bambalinas de Lousteau, los veteranos -pero nunca retirados- radicales Chrystian Colombo y Enrique “Coti” Nosiglia.  Sin dudas, lograr en ese marco un acuerdo o cooptación de las fuerzas opositoras, desde semejante desventaja, no será fácil ni barato.

La diferencia del 20% en favor de la lista encabezada por Rodríguez Larreta en las comicios generales determinó que, más allá de no ser suficiente para evitar el balotaje, sí lo fue para reforzar aún más el camino consolidado por las elecciones de los últimos ocho años, en las que la fuerza liderada por Mauricio Macri resultó siempre ganadora en la ciudad de Buenos Aires.

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