La Ciudad redujo la mortalidad infantil a su mínimo histórico, pero persisten desigualdades en los barrios del norte y del sur

En 1990 la tasa era de 16 por mil y en 2018 fue de 5,7 por mil. Las Comunas 4, 8 y 9 tienen los peores indicadores, mientras que las 2, 13 y 14 están por debajo del promedio porteño.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informó que la mortalidad infantil en suelo porteño durante 2018 fue de 5,7 casos por mil, alcanzando el mínimo histórico del distrito.

El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, dijo: “Es un logro fundamental y el resultado de políticas muy concretas para acompañar a todas las madres desde el embarazo y durante las consultas pediátricas que se deben realizar en el primer año de vida”.

Fuentes porteñas precisaron que la mejora se dio por políticas públicas como la regionalización perinatal (desde 2016) que garantiza la derivación adecuada según el nivel de complejidad de cada caso. También citaron Estrategia Camino Verde de la Embarazada, que incluye la “búsqueda activa” de las mujeres que se ausentan de los controles.

Ana María Bou Pérez, ministra de Salud de la Ciudad dijo: “El 60% de las embarazadas que no volvieron a la consulta fueron contactadas”. Destacó que con la construcción de cuatro nuevos Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) y la renovación de otros seis “todos los vecinos tiene un centro de salud a 15 minutos de su casa”.

La mortalidad durante el primer año de vida puede dividirse en dos etapas principales, cada una de ellas con una composición diferente: la mortalidad neonatal que ocurre durante las primeras cuatro semanas de vida y la mortalidad postneonatal que se produce durante el resto del primer año de vida. La primera sirve como indicador del componente de la mortalidad infantil que puede atribuirse a factores endógenos (vicios de conformación congénita, nacimiento prematuro, consecuencias del parto, etc.), mientras que la tasa postneonatal sirve como indicador de la mortalidad infantil de origen exógeno (enfermedades infectocontagiosas, del aparato respiratorio, diarrea y enteritis).

La Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Ministerio de Economía y Finanzas) informa sobre la evolución de la mortalidad infantil en la CABA desde 1990: “Al analizar la diferencia porcentual de los distintos componentes de la tasa de mortalidad infantil, entre los años 1990 y 2018, se observa que la mortalidad postneonatal (mayores de 28 días de edad) es la que redujo más su participación, su nivel se redujo en un 71,2%, frente al 60,7% de reducción en la mortalidad neonatal. Dentro de la mortalidad neonatal el descenso fue mayor en la mortalidad neonatal precoz, que se redujo en 66,3% vs. 36,8% de reducción en la mortalidad neonatal tardía. Por otro lado, el crecimiento de la mortalidad neonatal en el cuatrienio 2011/2014 provocó en dicho período el incremento de la mortalidad infantil, pero en el año 2018 desciende por debajo del nivel que tuvo en el año 2010 (menos de un punto por mil, 0,3)”.

“Durante el período considerado estos componentes presentan niveles muy diferentes: en general la tasa neonatal suele duplicar el valor de la postneonatal, es decir que de cada tres defunciones infantiles, dos se registran en la etapa neonatal. Este fenómeno es característico en poblaciones que tienen bajos niveles de mortalidad infantil. Al comparar al interior del trienio 2016-2018 las principales causas de muerte de acuerdo con los criterios de reducibilidad, se observa en la mortalidad neonatal del año 2018 un aumento de la participación de la mortalidad reducible y viceversa, un descenso de la difícilmente reducible respecto al año 2017. El aumento en la mortalidad reducible se explica por el incremento de la mortalidad del periodo perinatal y en menor medida por las causas asociadas al embarazo. No obstante disminuye el peso de las causas asociadas a tratamiento clínico y a tratamiento clínico y quirúrgico. En el año 2018 la mortalidad posneonatal baja su nivel respecto a 2017, destacándose las causas asociadas a tratamiento y otras reducibles que disminuyen su participación mientras aumentan levemente las difícilmente reducibles y las mal definidas e inespecíficas”, se agrega.

A la hora de un análisis por cada una de las 15 Comunas, la entidad informa: “La mortalidad infantil en la Ciudad presenta un comportamiento diferencial en las comunas que la componen. Hay dos comunas que durante el trienio, mantuvieron niveles por encima del promedio de la Ciudad, ellas son las Comunas: 4 y 8″.

“Existe otro grupo en el que sus tasas han sido fluctuantes, las Comunas: 1, 3, 5, 6, 7, 9, 11, 12 y 15. El resto siempre tuvo niveles iguales o por debajo del promedio de la Ciudad (Comunas 2, 10, 13 y 14). Como ya se señalara, habitualmente, con el objeto de atemperar las fluctuaciones anuales se utilizan tasas promedio trienales”.

“En el último trienio (2016/2018) se destaca el grupo formado por las Comunas 1, 3, 4, 5, 7, 8, 9 y 15, con niveles superiores al promedio de la Ciudad, siendo las comunas 4 y 8 del sur las que presentan mayores tasas de mortalidad infantil”.

“La tasa de mortalidad infantil de la Ciudad destaca como una de las más bajas del país, comparativamente y de acuerdo a los datos publicados por el Ministerio de Salud de la Nación en el año 2017 Argentina tuvo una tasa de 9,3 por mil, entre las provincias con niveles más bajos Mendoza obtuvo 7,8 por mil; Catamarca 7,8 por mil; Neuquén 7,1 por mil; Chubut 6,8 por mil, mientras que en el otro extremo con los niveles más altos del país las provincias de Corrientes y Formosa con un nivel de 12,8 y 16,0 por mil respectivamente”, suman.

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