La Cámara de Comercio pide la intervención del Gobierno de la Ciudad para frenar la venta ilegal
Once reúne cerca del 60% de los puestos callejeros, según el último informe.
Si bien disminuyó respecto a la prepandemia, la venta ilegal se mantiene presente en la Ciudad de Buenos Aires, y generó recientemente la preocupación de la Cámara de Argentina de Comercio y Servicios. Al respecto, la institución advirtió sobre las consecuencias de esta actividad y pidió al Gobierno porteño su intervención, con el fin de “revertir la situación”.
La Cámara se expresó en una carta, firmada por su titular, Mario Grinman. El texto mencionó la “profunda preocupación” ante el fenómeno y las “adversas consecuencias que la venta ilegal en sus diversas modalidades genera sobre el comerciante legalmente establecido”. La nota enmarcó a la venta ilegal a la situación económica y la pandemia.
Por eso recordó que todo ocurre “en un contexto como el actual, en el que el sector aún sufre las consecuencias de las restricciones asociadas a la crisis sanitaria, y los diversos problemas macroeconómicos que arrastra nuestro país desde hace años”, generando un perjuicio en el comercio barrial. Para la institución, la venta ilegal daña no solo al sector comercial, sino a “los consumidores, el Estado y la sociedad en su conjunto”, al estar vinculada a “la competencia desleal, el fraude marcario, el contrabando y la evasión fiscal”.
“El avance de esta actividad al margen de la ley que recientemente se ha registrado en diversas calles porteñas (algo que puede ser apreciado por el ciudadano de a pie y que también se ve reflejado en las estadísticas elaboradas por nuestra entidad, que hace un seguimiento sistemático de este flagelo desde hace años) nos motiva a peticionar nuevamente ante las autoridades competentes, solicitando su pronta intervención”, enfatizó la carta en su tramo más duro.
Por todo esto, instaron al Gobierno de la Ciudad a que “arbitre los medios a su alcance para, a la mayor brevedad posible, revertir la situación”.
Semanas atrás, la Cámara había difundido la estadística acerca de la venta callejera no oficial del mes de agosto. Allí precisó que el 60,2% del total de la actividad en la Ciudad de Buenos Aires se concentra en el barrio porteño de Balvanera (Comuna 3), conocido informalmente como “Once”. Precisamente allí hubo el último fin de semana un violento enfrentamiento entre trabajadores de un negocio de lencería y un grupo de manteros.
Otro epicentro es la avenida Corrientes al 2600, donde hay 54 stands del mismo tipo. En todo el territorio porteño, los puestos de venta ilegal llegaron en agosto fueron de 908. La cifra implica una caída del 27,5% en comparación con febrero del 2020, el último período previo a la pandemia, pero al mismo tiempo, es un 12,7 mayor que el número de julio. Para las próximas semanas se prevé la actualización, incluyendo el relevamiento de septiembre.