La audiencia pública por el nuevo Código Urbanístico tiene casi 500 inscriptos y se extenderá por cuatro días

Los vecinos y funcionarios porteños disertarán entre el 31 de octubre y el 7 de noviembre. Entidades barriales expresarán sus críticas a esta nueva norma.

La Dirección General de Gestión y Participación Ciudadana de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires informó que la audiencia pública por la reforma del Código Urbanístico cuenta con casi 500 personas anotadas y que se realizará durante cuatro días. La audiencia pública por el nuevo Código de Edificación se hará el 5 de noviembre.

De este modo, la primera jornada será el miércoles 31 de Octubre. Desde las 13 expondrán funcionarios porteños implicados en la reforma y los vecinos inscriptos del 1 al 125. El jueves 1 de noviembre desde las 14 se escuchará a los inscriptos del 126 al 250. Al día siguiente la reunión inicia a las 13 y participarán los inscriptos del 251 al 380. El último día, miércoles 7 de noviembre, a las 13 empiezan a disertar los inscriptos del 381 al 493.

El Poder Ejecutivo porteño empezó a elaborar el nuevo Código en 2016. El año pasado hubo charlas en las Comunas y exposición de funcionarios. “El actual código de Planeamiento Urbano está vigente desde el año 1977 y determina dónde, cuánto y con qué criterios se debe construir en la Ciudad, mientras el código de Edificación establece cómo y con qué materiales, y data de 1943. Así, las dos columnas en las que se asienta el desarrollo de Buenos Aires responden a paradigmas que hoy resultan obsoletos, como la zonificación y la preponderancia del automóvil como medio de transporte; además, ambos códigos no contemplan criterios de sustentabilidad ambiental, así como tampoco las nuevas tecnologías”, defienden fuentes oficiales.

“El Gobierno de la Ciudad impulsa entonces este nuevo marco normativo que acompañe el desafío de generar una ciudad más integrada que mire hacia el futuro. Para ello, se propuso un modelo transparente e inclusivo, que privilegie la mixtura de usos en los barrios, que sea abierto a la innovación y que promueva la sustentabilidad y el cuidado ambiental”, añaden.

“Después de 2 años de debate abierto y plural, la Ciudad de Buenos Aires está cada vez más cerca de tener un marco normativo adaptado a los desafíos del siglo XXI. El nuevo Código Urbanístico viene a establecer reglas claras sobre las alturas máximas de los edificios y promueve un modelo en el que los vecinos puedan vivir, trabajar y disfrutar en su mismo barrio. Por su parte, el Código de Edificación incorpora nuevas técnicas, materiales y tecnologías, permitiendo la construcción de edificios de mejor calidad a menor costo”, dijo Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte.

Hay entidades vecinales que rechazan este código y señalan que está hecho a medida de la especulación inmobiliaria. Sostienen que generará gentrificación (proceso de expulsión de habitantes tradicionales por aumento en el costo de vida).

Por caso, vecinos autoconvocados en “Salvemos al barrio” y “Vecinos por las casas bajas” de Villa Pueyrredón (Comuna 12) y Agronomía (Comuna 15), denuncian que este Código habilita la construcción de más de 500 edificios de casi 30 metros de alto. Bajo la expresión de “No al Enrase” aseguran que, entre otras cosas, la aplicación del nuevo Código Urbanístico dividirá el barrio, informó La Comuna 12 Periódico.

“Exigimos que se respete la macromanzana comprendida por lasavenidas Beiró, Constituyentes, San Martín y General Paz. Quieren hacer edificios de 29 metros de alto (casi diez pisos) a lo largo de la Av. Mosconi (Sigla USAA). Nosotros queremos que se baje a Unidad Sustentable Altura Baja 2 (USAP 2), es decir que se construyan edificios de 13 metros y medio, no más de 4 o 5 pisos. Si lo permiten cortarán a la mitad el barrio de Villa Pueyrredón”, aseguró Osvaldo Jorge Saredi, integrante de Salvemos el Barrio.

desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad también convocaron a toda la ciudadanía a participar de la audiencia pública porque aseguran que “el nuevo código propone estimular la concentración de la población metropolitana en el territorio de la ciudad sin ninguna planificación, en relación a los servicios públicos, equipamiento urbano ni políticas para solucionar la crisis habitacional y ambiental de la ciudad, sólo para justificar futuros negocios inmobiliarios y blanquear las ilegalidades cometidas pos sus funcionarios en connivencia de los empresarios en el otorgamiento de permisos de obra y habilitaciones”.

Y suman que “la propuesta por parte de Vamos Juntos (PRO y Coalición Cívica) para estos Códigosdesatiende los principales problemas y prioridades que tiene la ciudad, como por ejemplo, el colapso de los servicios públicos y del trasportes, la expulsión y gentrificación de sus actuales habitantes, la inquilinización y el aumento de los costos para acceder a un alquiler, el incremento exponencial de las tarifas e impuestos, las privatizaciones y ventas de inmuebles públicos, el deterioro de hospitales y escuelas,  la necesidad de preservación y ampliación de espacios verdes, la crisis ambiental, la crisis habitacional, etc”.

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