Insisten con que el sueldo de un legislador porteño sea equivalente al de un maestro
Gabriel Solano presentó un proyecto de ley. En 2014 la Legislatura porteña rechazó una iniciativa similar por 47 votos negativos.
El legislador porteño Gabriel Solano (Partido Obrero en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores) presentó un proyecto de ley para que “la dieta de los legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires equivalga al de un docente de doble jornada y 10 años de antigüedad en la Ciudad conforme al Estatuto Docente”.
También pide prohibir “toda partida de fondos reservados en el ámbito de la Ciudad como así también todo adicional liquidado como gasto de representación o similares” y que “tanto el patrimonio, su origen, como los ingresos de los legisladores serán de público conocimiento mediante declaración jurada pública”.
A la hora de fundamentar esta propuesta, Solano afirma que “los trabajadores de la Ciudad y del país asisten al espectáculo obsceno de escuchar a los diputados y senadores quejándose que no pueden vivir con dietas que superan los $100.000, esto mientras hay 11 millones de pobres, 40% de los trabajadores en negro y los jubilados tienen ingresos de miseria de $7.660”.
“El escándalo estalló por el mecanismo del canje de pasajes por dinero, que aumenta en decenas de miles de pesos las dietas de los diputados y por las cuales no pagan impuestos. A la cabeza de esta campaña impúdica se encuentra la diputada nacional por la Ciudad Elisa Carrió, del bloque Cambiemos, quien pidió cobrar $300.000 mensuales. Si un diputado necesita $300.000 por mes para vivir ¿cómo hacen docentes, enfermeras y jubilados que no llegan a cubrir la canasta familiar?”, se pregunta Solano.
“Nuestro planteo es que la dieta del legislador esté atada al docente de la Ciudad, estableciendo un principio fundamental: que ejercer una representación popular no puede conllevar un beneficio personal. Esto vale especialmente cuando a los docentes de la Ciudad el Poder Ejecutivo quiere imponerle por la fuerza una paritaria del 15% en cuotas, 10 puntos por debajo de la inflación esperada”, indican en el FIT.
“Con independencia de si el proyecto es aprobado o no, los diputados del FIT cobramos un salario equivalente al de un docente con doble jornada. El resto se usa para financiar las luchas populares. Con este proyecto, el Frente de Izquierda pone de manifiesto este contraste que pinta de cuerpo entero a la democracia burguesa, un régimen social que copta a su personal político a través de privilegios para que gobierne y legisle en favor de la clase capitalista. A su vez defendemos las luchas de los trabajadores por salario y por defender todas las conquistas laborales frente a las contra reformas impulsadas por el oficialismo”, concluyen.
Este planteo hay sido presentado varias veces en el ámbito porteño. El ex legislador Gustavo Vera había hecho el planteo en plena sesión parlamentaria en noviembre de 2014. Luego de un encendido discurso, hubo 47 votos negativos de las bancadas mayoritarias (PRO, Frente para la Victoria, UNEN). Alejandro Bodart del MST y Marcelo Ramal del Partido Obrero habían apoyado.