Impulsan ley para que todos los cines porteños ofrezcan funciones distendidas

Este tipo de proyecciones está orientada a individuos con TEA, dificultades sensoriales, de psicomotricidad y otras necesidades especiales en la comunicación.

El legislador porteño Sergio Abrevaya (GEN) presentó un proyecto de ley para que todas las salas y complejos de cine de la Ciudad de Buenos Aires ofrezcan, al menos una vez a la semana, funciones distendidas.

Se trata de una función “sutilmente modificada para favorecer el bienestar de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo, problemas de aprendizaje o de desarrollo, dificultades sensoriales, de psicomotricidad y otras necesidades especiales en la comunicación, en donde se crean las condiciones adecuadas y una atmósfera de apoyo mediante pequeñas adaptaciones relacionadas fundamentalmente con el sonido y con la luz”.

Según esta iniciativa, el Ministerio de Salud porteño supervisará la implementación de estas funciones para que “estas personas puedan disfrutar del cine como cualquier otro”.

A la hora de fundamentar la propuesta de ley, Abrevaya asegura: “Esta adaptación se implementa principalmente suavizando las luces y el sonido. Se evitan estroboscópicas, flashes y estridencias, gritos y sonidos fuertes y/o agudos. Se mantiene encendida la luz de sala durante toda la función.  Se cuenta con un área de descanso y se promueve una atmósfera tolerante en la sala en cuanto a sonidos o movimientos. Estas funciones, promueven un ambiente más relajado para niños con hipersensibilidad, en donde también se avisa al resto de los espectadores que hay niños con estas características para que sepan que existe la posibilidad que en algún momento de la proyección deban levantarse, ya que las funciones de dos horas pueden resultar muy largas”.

“Estas funciones especiales son especialmente valiosas para aquellos miembros de la familia que de lo contrario no podrían disfrutar del cine y les permite la posibilidad de inclusión y de una salida junto a los demás, promoviendo que las familias con miembros que presenten estas condiciones no limiten sus salidas al cine debido a esto, fomentando la inclusión de los mismos en estos ámbitos. En muchos casos, las familias evitan ámbitos sociales, como en este caso disfrutar de ir a un cine, en donde una actitud disruptiva de los niños puede incomodar al resto del público, o puede no tolerarlo. Los destinatarios de estas funciones no son exclusivamente personas con estas características, sino que es para el público en general”, agrega.

En la actualidad hay varias cadenas de cines porteños que implementan esta iniciativa, entre ellas Hoyts. En especial para películas de animación, donde se utilizan muchos recursos pictóricos junto a músicas estridentes. Justamente son estas acciones bruscas las que perturban a las personas con necesidades especiales en la comunicación.

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