Graciela Ocaña denuncia “deterioro” en las canchas Peuser del Parque Avellaneda
La legisladora porteña afirma además que por distintas actividades se “malogra este espacio impidiendo que los vecinos puedan disfrutar sus instalaciones”. El Floresta Rugby Club pide una cesión parcial para entrenar y a cambio se ofrece a acondicionarlas.
La legisladora porteña afirma además que por distintas actividades se “malogra este espacio impidiendo que los vecinos puedan disfrutar sus instalaciones”. El Floresta Rugby Club pide una cesión parcial para entrenar y a cambio se ofrece a acondicionarlas.
La legisladora porteña Graciela Ocaña, del bloque Confianza Pública, presentó esta semana un pedido de informes para saber, a través de voceros oficiales, cuál es el estado de las canchas Peuser ubicadas en el predio del Parque Avellaneda (Comuna 9). La representante, a través del expediente 542-17, solicita fechas y horarios de actividad, si habrá obras de mantenimiento y qué tipo de vigilancia o prevención se aplica en este rincón del pulmón verde, cuya entrada es por calle Remedios al límite con la Autopista Perito Moreno.
En los fundamentos, Ocaña afirma que “las canchas están siendo utilizadas para la realización de varias actividades que malogran el espacio impidiendo que los vecinos puedan disfrutar sus instalaciones”.
La legisladora estima que hay “un grave deterioro en el terreno” y que “existen actividades organizadas en las canchas que impiden su uso a los vecinos, inclusive torneos y asignación de horarios para el uso de las mismas, desconociéndose cuál es el motivo de dichas actividades y si se encuadran dentro de alguna modalidad contractual con el Gobierno de la Ciudad de la cual no se haya informado a los ciudadanos por ningún medio”.
Por su parte, los directivos del Floresta Rugby Club (FRC), que entrena en el Parque Avellaneda, piden que el Gobierno de la Ciudad les haga una cesión parcial a título precario de parte de este predio por diez años, en horarios y días estipulados para entrenar y disputar partidos. Se harían cargo de la restauración y sugieren que las usen escuelas del barrio y otros clubes.
“A cambio de la cesión, le haríamos reformas al espacio. Por ejemplo, pondríamos vestuarios, un quincho para el tercer tiempo y para festejar los cumpleaños de los chicos del barrio, dos canchas de rugby y una de hockey para que también las chicas tengan su espacio y pueda reunirse toda la familia”, dijeron los directivos del FRC en febrero de este año ante Clarín.
El Parque Avellaneda, al igual que el futuro Parque de la Estación de Once, tiene una ley de gestión propia (ley 1153) que declara al espacio verde como una Unidad Ambiental y de Gestión Asociada. Por eso, las decisiones que se tomen dentro del predio deben ser discutidas en una Mesa de Trabajo y Consenso (MTC).