GAPEF: deporte por la inclusión gay en los clubes porteños

Esta organización desde 2010 hace entrenamiento recreativo y torneos en varias instituciones de la Capital Federal.

Esta organización desde 2010 hace entrenamiento recreativo y torneos en varias instituciones de la Capital Federal.

“En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”, dijo el activista por la diversidad Carlos Jáuregui (1957-1996). En el presente, ese orgullo y visibilidad se viven en la Ciudad de Buenos Aires dentro del ámbito deportivo. Desde hace siete años GAPEF (Gays Apasionados por el Fútbol), una asociación sin fines de lucro, organiza campeonatos y partidos de recreación. Empezaron con picados amistosos y hoy cuenta con cerca de 400 personas que entrenan también en vóley, paddle y tenis en varios clubes porteños.

“Se trata de venir a desenchufarse, más allá de lo que hace uno en la semana. Es un lugar para mostrarse libremente. Hay personas que vienen con la familia, con amigos, con parejas. Es un lugar de libertad. En los equipos hay personas gays, heterosexuales. Se volvió amplio y es el lugar de pertenencia de muchos”, cuenta a este medio Lázaro Melano, vicepresidente de GAPEF y miembro desde 2011.

GAPEF está presente en varias sedes deportivas porteñas al mismo tiempo. Los lunes y miércoles pasadas las 22 hay fútbol en el Club Nueva Generación (Quintino Bocayuva 1241). El sábado hay torneo. Los lunes y miércoles a las 21 se hace vóley en Mr. Groovy (Corrientes 4235). Los domingos de 18 a 20 se practica tenis recreativo en el Predio del Club Atlético Talleres de Remedios de Escalada. Los lunes a las 21.30 se alquilan varias canchas de paddle en Canchas Primo (Chile 1566).

Franco Toscano, vocal y jugador de la primera hora, agrega: “Buscamos con la práctica derribar estereotipos sobre que ciertos deportes corresponden a cierto género. Queremos visiblizarnos como una comunidad de seres humanos. Que lo que hacemos en la intimidad sea secundario. Dentro de esta lucha, en lo deportivo buscamos acabar con la violencia y que no sean vulnerados nuestros derechos. Que podamos estar en todos los ámbitos donde nos lo propongamos. El sistema nos tiene que respetar porque somos personas”.

GAPEF nació el 17 de julio de 2010, a dos días de la sanción del matrimonio igualitario en el Congreso de la Nación. Ariel Velazquez es uno de los fundadores y actual presidente. Ante el sitio Agenda Porteña rememora: “Empezó como algo personal. Quería volver a jugar al fútbol y no tenía con quien. Fue transformándose a medida que pasaba el tiempo. Hoy somos casi 400 personas, muchos. Me puso muy contento y tomé dimensión de lo que hacíamos cuando vi a tanta gente disfrutarlo”.

“La primera cancha fue en el Club San Telmo (Perú 1360). Fuimos para Boedo. Primero en el Homero Manzi (Beauchef 1050), luego en el Estrella de Boedo (Constitución 4151). Hace dos años estamos en Nueva Generación (Quintino Bocayuva 1241). Nos tratan muy bien, estamos contentos. Empezamos con futbol recreativo con 40 personas, luego armamos un cuadrangular y así se armó el torneo de los sábados. Ya vamos 25 ediciones, dos por año. Los días de semana es fútbol recreativo, donde llega la gente nueva o quienes no quieren competir y solo distenderse”, agrega.

Hace tres años se empezó con el vóley. Al igual que el fútbol, hay recreación y un equipo de competición. Esta semana el equipo viaja a Valparaíso, Chile, para medirse en un torneo internacional.

En lo deportivo, GAPEF está afiliado a la Federación Argentina Lesbianas Gays Bisexuales y Trans (FALGBT) y a Gay and Lesbian International Sport Association Latinoamérica (GLISA CSA). Es co-organizador de Copa de las Américas (Primer torneo sudamericano de fútbol 5 LGBT), en la cual participaron equipos de Argentina, Chile y Uruguay, y del Torneo Nacional por la Inclusión.

En lo institucional, ha hecho actividades con el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (INADI), Hecho Club Social, Club de Osos de Buenos Aires, SAFG, Eva tiene dos Mamás, entre otras entidades. Integra la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo LGBT de Buenos Aires y ha participado en varias ediciones de las Jornadas homenaje a Carlos Jáuregui en la plaza homónima del barrio de Constitución (Cochabamba 1730).

Toda esta articulación va en paralelo a las historias personales de cada uno de los cientos de participantes de GAPEF. Lázaro Melano es vicepresidente, pero también es un pibe vive en zona sur del conurbano y reconoce: “A mí esta institución me dio mucho”. “Llegué en 2011 con mi hermano de 30, que jugaba en el equipo de Ariel. Fui a ver una final. En esa época tenía un indicio de lo que buscaba en mi vida, pero no estaba 100% definido. Vine varias veces, me hice amigo de dos chicos. Estuve varios meses sin ir por estudios, después me convocaron para hacer un equipo de fútbol. Al principio era perder 18 a cero. Era divertido, después hacíamos tercer tiempo. Fue un tiempo de crecimiento”, recuerda.

Cuenta que le sirvió para tomar una gran decisión y hacerla pública: “Tuve la suerte que lo vivido en GAPEF me ayudó a mí a sentarme con mi familia y hablar. Yo llegaba a las 12 de la noche y no les contaba nada. Un día lo hice, conté que venía acá y me sirvió para contar mi orientación sexual”. La forma en que lo tomó su entorno se resume en un gesto dentro de la cancha: “Un día no teníamos arquero y le dijo a mi viejo. Se copó y vino a atajar con nosotros. Se quedó y hoy es DT en GAPEF. Viajamos a Chile con mi viejo a un torneo. Mi vieja nos viene a ver. Para mí fue demasiado”.

Hoy Lázaro está alejado de las canchas y se avoca más a darle difusión a los otros deportes. También charla y orienta a los nuevos: “Uno se pone contento cuando ve el proceso, cuando ves que alguien se compromete y viene, si está en un equipo de competición se pone las pilas. Eso es porque se generó la pertenencia. Lo sienten como su lugar”.

Franco afirma: “Vengo de una generación en que era difícil ser gay en todos lados. Fui a una secundaria muy pesada. Se me notaba y yo era blanco de bullying. Vengo de esa época donde había una mentalidad bastante cerrada, negadora de realidades. También violenta. No solo era un golpe. No te permitían ser. Te pegaban pero también te apartaban, te excluían de los grupos. Esas heridas tardan en sanar. Hoy hay más apertura y más visibilidad. Por más que haya leyes, desde lo cultural se tiene que dar visibilidad”.

Ariel, Franco y Lázaro afirman que muchas cosas han cambiado desde el nacimiento de GAPEF, en pleno debate del matrimonio igualitario, hasta el presente. Sin embargo, aseguran, quedan muchas cuestiones por discutir. “Para nosotros darnos un beso en público aún es un tema. Lo pensás muchas veces”, asegura Lázaro.

Por eso, GAPEF continúa siendo un espacio de encuentro y visibilidad. Franco cuenta que para más adelante hay varios proyectos: “Con el tema de federarnos, por ahí más adelante, cuando tengamos un club conformado, con nuestra propia sede. Veremos de anotarnos en ligas. Hay muchos torneos que no. Hay equipos de nuestro torneo que participan en otros campeonatos. Es una forma de visibilizar la lucha LGBT”.

También estima incluir actividades culturales: “Estudié teatro muchos años, hice asistencia de dirección, hice un curso de stand up. La idea es sumar desde ese aspecto. Dar visibilidad LGBT desde la cultura. Es una apuesta a futuro”.

Fuente: Agenda Porteña

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