Fijarán una placa por los 110 años de Villa Lugano
Será durante un acto el 18 de octubre en Riestra y Murguiondo.
El legislador porteño Maximiliano Sahonero (Vamos Juntos) presentó un proyecto de resolución en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para que el Poder Legislativo porteño fije “una placa recordatoria por el centésimo décimo aniversario de la fundación del Barrio Villa Lugano, el próximo 18 de octubre, que será emplazada en la intersección de las calles Av. Riestra y Murguiondo (Comuna 8).
En la defensa del proyecto, luego de hacer memoria sobre fechas históricas, el legislador señala: “Villa Lugano es un barrio que tiene una fuerte identidad propia, con una historia particular y que está enlazada con el proceso de desarrollo urbano y social de la Argentina en el último siglo”.
“Es por esto que resulta oportuno que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires resuelva la colocación de una placa conmemorativa por el Centésimo Décimo Aniversario del Barrio de Villa Lugano”, añade.
El área geográfica que hoy constituyen los barrios de Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati peenecieron al Partido de Flores durante la mayor parte del siglo XIX, que a su vez era parte de la Provincia de Buenos Aires. Las tierras del bañado eran de propiedad pública y ocupaban, según una mesura de 1880, alrededor de 320 hectáreas de terreno.
En 1888 el partido de Flores pasa a formar parte de la Capital Federal, siendo su límite sur el Riachuelo desde puente Uriburu hasta el Puente de la Noria antiguo y desde allí una línea hasta la estación Ciudadela, incluyendo por ende los “bañados del sur” donde se erigieron nuestros barrios.
El nacimiento de Villa Lugano tuvo lugar en 1908, cuando don José Ferdinando Francisco Soldati decidió la fundación de un pueblo que llevaría el nombre de la que fuera su ciudad natal, un homenaje sentido hacia esa Lugano que se encontraba junto a uno de los lagos más bellos del mundo.
José Ferdinando Francisco Soldati había nacido en Lugano -Suiza- en 1864. En 1885 viajó a Norte América, de donde vino al país con pocos recursos, radicándose en Buenos Aires. Entró como empleado en la Sociedad Obras del Riachuelo y en la administración de la familia De Marchi, a la que estaba emparentado.
Trabajó en la casa De Marchi, Parodi y Cía., y más tarde fue socio activo de la firma “Soldati, Tagliabue, Craveri y Cía.”. Formó parte de “M. S. Bagley y Cía.” y fue fundador del Nuevo Banco Italiano, cuya presidencia ocupó. Ingresó a la Sociedad Filantrópica Suiza en 1889; fue vicesecretario de 1892 a 1893, y socio honorario en 1900.
Al igual que en Villa Soldati, barrio hermano de Villa Lugano, sus primeros pobladores fueron inmigrantes españoles, armenios e italianos, quienes construyeron sus primeras casas de chapa y zinc, en un lugar que estaba entonces muy alejado del centro de la ciudad. Recordemos que en esa época la ciudad estaba extendiendo su perímetro e integrando localidades aisladas, gracias al ferrocarril y a los incipientes transportes públicos.
Como fruto de su esfuerzo y de su trabajo incansable, reunió una apreciable fortuna, que le permitió adquirir la chacra que perteneció a la sucesión Cazenave, ubicada en las inmediaciones de las actuales calles Murguiondo y Av. de la Riestra, subdividió la tierra en lotes y fundó Villa Lugano el 18 de octubre de 1908.
Dos días después se realizó en la plazoleta de la estación del Ferrocarril Cía. Gral. Buenos Aires, el primer remate de terrenos, ofreciendo el señor Soldati a los compradores préstamos para edificar, con rebajas del diez por ciento a empleados y obreros del ferrocarril con el propósito de asentarlos allí en muy poco tiempo.
El primer trazado de calles fue realizado en 1907 por el ingeniero Cloare, incluyendo las manzanas circunscriptas por las de Unanué, Murguiondo, Tellier y Somellera. Al año siguiente, se habilitó el edificio de la Estación Ferroviaria de Villa Lugano de la Compañía General de Ferrocarril de Buenos Aires, cuya construcción se realizó por cuenta de Soldati. Es la réplica de la casa natal de su fundador en la ciudad europea. Todavía hoy se conserva la Estación como la “Histórica Estación Lugano” manteniendo las características de su época.
Los años posteriores a los primeros remates de tierras se caracterizaron por un firme progreso y por una población en constante aumento. Sobresalían, entre los nuevos pobladores, los sectores obreros italianos, españoles, franceses y lituanos, una incipiente clase media de origen ferroviario y algunos profesionales y comerciantes. En 1912 ya vivían en Lugano unas cuarenta familias. Los nuevos vecinos, estimulados por la gran movilidad social propia de aquella época, comenzaron a instalar comercios y pequeñas industrias aprovechando las ventajas que la zona brindaba.
En este barrio funcionó el Aeródromo “Lugano” que fue inaugurado oficialmente el 23 de marzo de 1910 con un vuelo de Emilio Eugenio Aubrun, que da comienzo a la llamada “Quincena de la Aviación”.