Expropian para su recuperación la Confitería del Molino

Diputados aprobará hoy la norma que declara de utilidad pública a la tradicional confitería Del Molino, ubicada en la intersección de las avenidas Rivadavia y Callao, frente al Congreso Nacional.

El proyecto prevé que, una vez expropiado por el Ejecutivo, el inmueble pase a manos del Congreso, que concesionará la confitería y pondrá en marcha un museo y un centro cultural en los pisos superiores.

Según declaró hoy el autor del proyecto de Ley, Samuel Cabanchik, la iniciativa logró dictamen unánime de los disitintos sectores políticos. En ese sentido, el ex legislador dijo que “El año que viene habrá novedades importantes y en 2016 esperamos la reapertura”

Desde hace 17 años, la Confitería del Molino está abandonada y en ruinas. Fue fundada en 1848 en Rivadavia y Rodríguez Peña, a 100 metros de su ubicación actual, por los reposteros italianos Constantino Rossi y Cayetano Brenna. En 1904, el hijo de Brenna compró el edificio de Callao y Rivadavia, y en los años siguientes los linderos (Callao 32 y Rivadavia 1815). El arquitecto Francisco Terencio Gianotti fue el encargado de fusionar las tres propiedades en una sola.

La obra culminó en 1917, y dio como resultado un edificio con seis pisos y tres subsuelos. En los tres pisos superiores funcionaron propiedades para el alquiler. En tanto, los dos restantes y subsuelos fueron ocupados, durante 80 años, por la confitería y dos salones de fiestas: el Versalles y el Gran Molino.

La Confitería del Molino lleva su nombre por el molino Lorea, el primer harinero de Buenos Aires. Fue famosa internacionalmente por el marrón glacé, el panettone de castañas, el merengue y el postre imperial ruso, creación del propio Brenna y que fue exportado a Europa con el nombre de “postre argentino”.

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