En 2015, se registraron 13 falsas amenazas de bomba por día en la Ciudad

La Escuela Técnica N°13 “José Luis Delpini” del barrio porteño de Villa Lugano fue el establecimientos educativo que más denuncias recibió.

Un relevamiento constató que en la ciudad de Buenos Aires se registraron en promedio 13 falsas denuncias por amenazas de bomba por día, durante el año pasado.

El fiscal federal Federico Delgado, autor del informe, señaló que “hubo 130 causas (delito de intimidación pública), un promedio de 8,66 llamadas diarias efectuadas en el transcurso de 15 días pero, en rigor de verdad y computados únicamente en días hábiles, alcanzan las 13 comunicaciones diarias que debieron ser atendidos por las fuerzas policiales”.

“De más está aclarar que, a pesar de que en última instancia se determinó que todas las denuncias fueron falsas, cada uno de los llamados motivó la activación de todos los mecanismos de prevención del Estado” aclaró Delgado.

Las instituciones educativas fueron centros de amenazas durante todo el 2015, muchas veces realizados por los propios alumnos. La Escuela Tecnica Número N° 13 Ingeniero José Luis Delpini, del barrio porteño de Villa Lugano registró 11 denuncias falsas y mientras que el Colegio Mariano Moreno, 6.

“Las amenazas afectaron el funcionamiento de 41 instituciones educativas y de nueve dependencias no educativas: la Superintendencia de Riesgos del Trabajo; Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (Inadi); Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat); el Sanatorio Finochietto y el Hospital de Clínicas, un local del partido político Frente Para la Victoria, la empresa Nación Seguros, el aeroparque metropolitano Jorge Newbery y la línea aérea LAN” detalló el fiscal.

Federico Delgado afirmó que “debe sumarse la suspensión de clases de la totalidad del alumnado evacuado, cuyo lapso puede variar en cada caso; según ha sido referido por directivos de las escuelas en esta Fiscalía, cada procedimiento de evacuación puede conllevar aproximadamente diez minutos, pero dependiendo del tiempo en el cual el personal policial llegue al lugar y realice la inspección, las demoras en el reingreso a los edificios pueden alcanzar las dos horas”.

“Hemos observado que en algunas de las causas las llamadas dando noticia de la existencia de elementos explosivos muchas veces se efectúan con diferencia de horas o minutos razón por la cual las autoridades tienden a descreer de las circunstancias puestas en conocimiento, y disponen no desalojar los establecimientos. El problema radica en el gran riesgo que implica que algún día ese elemento explosivo efectivamente exista y nadie tome en serio el llamado a partir del cual se dio aviso” analizó en La Nación el fiscal Delgado.

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