El problema de Scioli es el sciolismo
Opinión. Quienes piensan que hay que arreglar rápidamente con los fondos buitres, liberar el dólar y eliminar retenciones votaron por Mauricio Macri. Sin embargo, en las últimas semanas, el sciolismo “puro” levantó esas banderas. Ahora Scioli vuelve a girar en su discurso, y va por el 54% que votó a CFK en 2011. En convencerlos a ellos está su única esperanza de alzarse con la victoria.
En los meses que precedieron a la elección hubo un fenómeno de mimetización por parte de los políticos.
Así como se observó que Mauricio Macri -principal candidato opositor- modificó su discurso para acercarse, no al estilo, pero sí a lo que buena parte de la ciudadanía considera logros de la gestión de Néstor y Cristina Kirchner, por su parte, el candidato del oficialismo, Daniel Scioli, sumó -principalmente durante el último tiempo- sectores de lo que podría cartecterizarse como la derecha menemista.
Desde el asado con opositores de Gustavo Marangoni, el desesperado pedido de Juan Manuel Urtubey para apurar el arreglo de la deuda con los fondos buitres, las declaraciones de José Pepe Scioli acerca de la necesidad de eliminar los subsidios a la clase media y bajar las retenciones, la postulación de Ricardo Casal a la Corte Suprema de Justicia, el acercamiento de Francisco de Narváez y la foto con Mónica López, las señales que dio Daniel Scioli comenzaron a desconcertar a parte del electorado afín al Gobierno.
Así como ante la reivindicación de Macri de algunas políticas del kirchnerismo Scioli planteaba que “si quieren continuidad, voten al proyecto original”, eso mismo le pasó pero en sentido inverso. Luego de las PASO, el sciolismo ensayó una campaña exactamente opuesta, en la que el gobernador se presentó ante el electorado como el garante personal de “tu victoria”, dejando de lado el “proyecto”, único candidato del kirchnerismo.
Lo cierto es que, en su discurso en el Luna Park luego en la noche del domingo , y ante la posibilidad concreta de no ganar en primera vuelta -aún no se conocían los números oficiales-, el gobernador bonarense volvió a kirchnerizar su discurso. Habló contra los fondos buitres, a favor de los nietos recuperados, de la necesidad de no volver al país del pasado, de que “las convicciones no se dejan en la puerta de la casa de Gobierno” y de que “como dijo la presidenta, la patria es el otro”.