El monumento a Piazzolla, una deuda porteña que cumple 15 años

Por ley, tiene que ser emplazado en la parte peatonal de Diagonal Norte, pero en ese lugar hay una terminal de EcoBici, por lo que su concreción está llena de “incógnitas”, dijo el escultor Carlos Alberto Martínez.

Hace 15 años que Astor Piazzolla no tiene su monumento en la Ciudad de Buenos Aires. Lo que empezó como un homenaje a uno de los máximos referentes del tango, se convirtió en un periplo (hasta ahora) infinito de desencuentros y burocracia.

El escultor Carlos Alberto Martínez (1943), quien fue titular de la Cátedra de Escultura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata y tiene su estudio en el barrio porteño de Barracas (Comuna 4), ganó el concurso hecho para tal fin, avalado en la Ley 1.132, de octubre de 2003.

Su trabajo fue elegido por una Comisión Honoraria que integraron funcionarios del Ministerio de Cultura, legisladores porteños y miembros de la Fundación Astor Piazzolla. A 15 años de aquella norma porteña, el artista habló con Agenda Porteña y dijo: “Hasta ahora no se resolvió nada. Todo sigue igual. Son todos contratiempos, cosas que no están orquestadas, fuera de término”.

La ley de 2003 postulaba la instalación del monumento en Callao y avenida Del Libertador, en Recoleta (Comuna 2). Ahí apareció el primer contrapunto. El lote señalado ya estaba ocupado por el monumento a Ramón Falcón, jefe de policía. Es una de las estatuas más emblemáticas de la Capital Federal.

Esto generó un freno en la instalación, que se extendió en el tiempo. En mayo de 2011, por impulso del artista, intervino la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Emitió una resolución para que el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Ambiente y Espacio Público emplazaran el monumento.

La ubicación del homenaje a Piazzolla se resolvió recién en julio de 2015, con la sanción de la Ley N° 5.318, que modificaba a la norma de 2003. El nuevo lugar elegido era el tramo peatonal de la avenida Presidente Roque Sáenz Peña (Diagonal Norte) entre las calles Cerrito y Libertad, con vista directa al Obelisco (Comuna 1). En 2006 se había aprobado la Ley N° 2204 que nombraba a ese tramo como Paseo Astor Piazzolla.

El sitio era propicio y el tema se había vuelto a instalar en la agenda pública. Sin embargo, Martínez cuenta que desde el Gobierno porteño le transmitieron que había problemas de emplazamiento: “Se eligió el lugar, pero en determinado momento pusieron un bicicletero y se frenó todo”. El artista ofreció reformular el monumento para achicar su espacio.

Esta Ley N° 5.318, impulsada por la legisladora del PRO Lía Rueda, estableció que el organismo público responsable de “firmar el contrato de realización y emplazamiento de la obra” no es ministerio alguno, sino la secretaría de Gestión Comunal y Atención Ciudadana. Hoy se llama secretaría de Atención y Gestión Ciudadana, la cual está a cargo de Facundo Carrillo.

Martínez se lamenta y dice que “no hay interés en el Gobierno porteño” para que el monumento esté en el espacio público. De hecho, dos años atrás creó una petición en Change.org al respecto que cosechó poco más de 100 firmas.

La Fundación Piazzolla, a través de su vicepresidenta, Gabriela Moccia, dijo  que en octubre pasado tuvo una reunión con funcionarios de Atención y Gestión Ciudadana. Dos semanas atrás volvió a enviar un correo. “Como hubo cambios en este organismo estaban buscando el expediente. Ellos se tienen que poner en contacto con el artista. Sé que hay buena predisposición por parte de los funcionarios, pero también hay un tema de presupuesto. En todos estos años aumentó el costo de la escultura”. En 2015 se estimaba en $1.000.000.

El escultor cuenta una anécdota para señalar el “desinterés” sobre el homenaje en la vía pública al maestro del bandoneón. El año pasado en el Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK) se hizo una exposición en su recuerdo, al cumplirse 25 años de su fallecimiento. Martínez llevó una maqueta del monumento para que fuera exhibida.

“Dijeron que la iban a poner, pero no lo hicieron. Les dije entonces que me la devolvieran. No aparecía. “No me voy hasta que me la den”, dije. Empezaron a buscar y a la media hora apareció un señor con la maqueta. Me la llevé. No dijeron nada”. “Son todas cosas así. De mal gusto, de maltrato. A nadie le interesa”, detalla.

“No quiero hacer juicio. Seguro lo gano, pero se necesita mucha plata, por eso no lo hago. Aparte, sería también de mal gusto hacer un homenaje a Piazzolla a través de un juicio”, concluye el artista Martínez, quien sigue esperando.

Fuente: Agenda Porteña

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