El Gobierno porteño impulsa una Ley para modificar los premios municipales y artistas denuncian recortes

El ministerio de Cultura porteño explica que esta nueva norma “busca subsanar una situación que se viene arrastrando desde el 2012”, la cual debe tener “la legitimidad necesaria” para que los premios sean “transparentes y sustentables”. Los galardones pasarán de ser bianuales a entregarse una vez por año, hay incorporaciones y categorías que se suprimen. Uno de los puntos más sensibles es que se establecerá que la pensión vitalicia no será acumulable cuando el beneficiado cobre otra pensión, jubilación o ingreso.

El Poder Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires ingresó en la Legislatura porteña un proyecto de Ley para actualizar y ordenar los premios artísticos que entrega el GCBA. Diversos representantes del sector de la cultura señalaron que muchos artículos implican un recorte a los galardones que se conocen como “premios municipales”.

Esperan votarlo en la sesión ordinaria del jueves 9 de diciembre, dándole un tratamiento rápido en la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña.

El proyecto lleva las firmas del ministro de Cultura, Enrique Avogadro; del ministro de Hacienda y Finanzas, Martín Mura; del jefe de Gabinete Felipe Miguel, y del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

El ministerio de Cultura porteño explica que esta nueva Ley “busca subsanar una situación que se viene arrastrando desde el 2012”, la cual debe tener “la legitimidad necesaria” para que los premios sean “transparentes y sustentables”.

Por caso, los cuatro premios de Poesía, Ensayo, Cuento y Novela pasarán de ser bianuales a entregarse una vez por año. Además, decidieron aumentar los montos. De este modo, el primer premio pasa de $70.000 a $500.000, junto a la pensión vitalicia equivalente a dos jubilaciones mínimas de $57.000, y el segundo a $200.000 y el tercero a 60.000.

Las artes visuales tienen cinco categorías y se incrementarán a nueve: Pintura, Dibujo, Escultura, Instalación, Cerámica, Arte Textil, Fotografía, Videoarte y Videoinstalación y Artes Gráficas.

Ante este panorama, diversos referentes del teatro, la literatura y las artes plásticas se manifestaron este viernes por la tarde en la puerta del edificio parlamentario de Perú 160 bajo el lema “No avalamos”, al afirmar que no fueron consultados para muchos de los cambios más sensibles en el proyecto de Ley.

Señalan que en caso de aprobarse esta iniciativa, aumentará la edad mínima para percibir el subsidio mensual y vitalicio otorgado a los ganadores de los primeros premios en cada categoría. Pasará de 50 años a 60 años para la mujer y 65 para los hombres.

También se propone cambiar el “factor hereditario” de la pensión y solo alcanzaría a los hijos discapacitados. Según la normativa vigente, los cónyuges e hijos pueden recibir un porcentaje después de la muerte del beneficiario.

Otro aspecto también criticado del proyecto es que en caso de aprobarse establecerá que la pensión vitalicia no será acumulable cuando el beneficiado cobre otra pensión, jubilación o ingreso. De este modo, si una persona percibe una jubilación en torno a $57.000 (dos mínimas), el premio se suprimiría. Si es menor, se cobra el porcentaje restante.

También alertan que se removerán varios premios como el Eduardo Mallea y el Ricardo Rojas (literatura). En dramaturgía continuaría el reconocimiento a obra estrenada, dejando de lado el de obra inédita y mejor obra de teatro para la niñez.

Adriana Tursi, integrante del consejo de Teatro de Argentores, dijo a Página 12 que el 1 de diciembre integrantes del Ministerio de Cultura se reunieron con ellos y les explicaron el proyecto: “Dijimos que algunas cosas podemos acordar, pero no emparentar el premio a las jubilaciones. Tomaron nota y nos dijeron que iban a seguir dialogando. Nos engañaron; ahora están presentando el proyecto en la Legislatura”.

La Unión de Escritoras y Escritores también rechazó el proyecto: “No fue consultado con las organizaciones representativas del sector y pretende instaurar nuevas normas que violan derechos adquiridos durante décadas y lesiona el diálogo institucional, pasando por alto principios constitucionales”.