El Día de San Jamás, la fiesta callejera de Boedo donde “la vida digna es moneda corriente”
La casa cultural Gran Sur organiza esta actividad en Boedo y Rondeau. Se ha vuelto un clásico en la agenda cultural del barrio.
“En ese Día de San Jamás un paraíso el mundo será”, escribía el dramaturgo alemán Bertolt Brecht a mediados del siglo pasado. Años más tarde el músico Juan “Tata” Cedrón le puso música y lo popularizó en cantinas de arrabal. Ahora los vecinos de Boedo retoman esta prosa y la convierten en festejo callejero: el Día de San Jamás es un nuevo clásico para el encuentro, la música en vivo, el juego y la alegría.
La casa cultural Gran Sur está ubicada en la histórica esquina de Boedo y Rondeau (Comuna 5). Sus integrantes son artífices de talleres, noches artísticas, jornadas sociales. Inspirados por el “Tata” y Brecht, idearon y pusieron en marcha el Día de San Jamás, celebrado este año durante la tarde del primer domingo de diciembre.
Lo hacen bajo esta premisa: “En ese día la “vida digna” es moneda corriente. El amor, el respeto y la amistad, los valores que sostienen el mundo”.
Flor Sambucetti es actriz y referente del Gran Sur. Explica a este medio sobre el espíritu del festejo: “Se trata de un día utópico donde todos nuestros derechos están garantizados, un mundo donde reina la alegría y el encuentro. Trajimos ese concepto a la calle, el de llevar la lucha desde el festejo”.
Pese a lo intenso del sol, desde temprano se colocó un camión-escenario sobre la esquina. Paralelo al cordón, se instalaron varios feriantes. Había telas serigrafiadas, fanzines (revistas artesanales), libros, jabones y champú ecológicos. Participaron emprendedores como Fuego Guía, Ritualitos, Feria Rata.
Con el correr de la jornada, el camión-escenario era poblado por distintos artistas como Cachengue y sudor, Carmelitas Clown, entre otros.
Había un puesto de Infancias Libres, una asociación civil que acompaña a infancias y niñeces trans y travestis y a sus familias. Tenían material de difusión, libros y publicaciones para generar conciencia.
Integra esta asociación civil Gabriela Mansilla, madre de Luana, la primera niña trans en todo el mundo que fue reconocida por su identidad autopercibida en un DNI bajo la Ley de Identidad de Género sin tener que recurrir a la Justicia. Ante este medio contó: “En esta militancia dejamos información, documentos y cuadernillos, para que desde la educación se respeten a las infancias y niñeces trans. Con la asociación civil también acompañamos a cientos de familias”.
En plena calle había un paño donde niños y niñas se sentaban para jugar con bloques de madera, cilindros de cartón y otros objetos construibles. Era una de las propuestas lúdicas del grupo La Cantera, con 12 años de vida dedicada a la recreación y con sede en Parque Patricios (Comuna 4).
Natalia, una de sus referentes, contó: “Siempre nos sumamos a festivales barriales. En San Jamás a veces prestamos materiales o estamos nosotros. Defendemos el derecho de usar el espacio público para el encuentro y la recreación, más en una jornada como esta con la reivindicación que implica”.
Lo que ideó Brecht hace casi un siglo, y después musicalizó el “Tata”, hoy tiene vida propia: es un festejo coral en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, donde se habla de utopías, pero se construye comunidad, se trabaja en alegrías y acciones concretas.