Las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que Argentina acceda a créditos millonarios en dólares exigen ajustes en las cuentas fiscales, que se plasman en el Presupuesto 2019, lo que pondría en duda la continuidad en el corto plazo del soterramiento del tren Sarmiento y la Red de Expresos Regionales (RER).
Uno de los pedidos del FMI es que suspenda obras públicas de gran envergadura para ahorrar en gastos. Por su parte, Argentina no cuenta con financiamiento externo y el Gobierno nacional no puede utilizar los fondos del Tesoro para la obra pública.
En el escrito se establece que el dinero que antes iba destinado al financiamiento de las construcciones públicas deberá destinarse al pago de los acreedores externos.
El soterramiento iba a costar en total U$S3.000.000.000. Ya se hizo poco más del 30% del túnel (a 22 metros de profundidad) y se colocaron las dovelas de hormigón por donde pasará el tren. Antes del acuerdo con el FMI se esperaba inaugurarlo en 2022.
El Consorcio del soterramiento se llama G&S y está formado por la italiana Ghella, con el 71%; y la local Sacde (ex Iecsa, ahora propiedad de Marcelo Mindlin), con el 29%. Señalaron que el túnel ya tiene 5,5 kilómetros y pasa por las localidades de Haedo, Ramos Mejía y Ciudadela. Además se iniciaron tareas en seis estaciones. El plan oficial es eliminar en total 52 pasos a nivel.
Sumado a esto, los bancos HSBC, Intesa y Deutsche Bank que habían anunciado una inversión de 900 millones de euros para garantizar el avance de la obra decidieron dar marcha atrás con el aporte, explicó Soyferroviario.
Los bancos internacionales demoran el dinero comprometido con los desarrolladores, por lo menos hasta que el Gobierno nacional certifique que no hubo irregularidades en la licitación ni en la ejecución de las obras de ese emprendimiento.
Sin embargo, ante la consulta de Clarín, una fuente oficial señaló que “el financiamiento internacional no está congelado, sigue en tratativas”.
La excavación aseguraba generar un impacto urbanístico transformador en los barrios porteños de Caballito (Comuna 6), Flores (Comuna 7), Floresta (Comuna 10), Villa Luro (Comuna 10), Liniers (Comuna 9).
Lo mismo ocurre, sin el contexto de denuncias por irregularidades, con el RER, que proponía la extensión a través de túneles de los ramales ferroviarios metropolitanos (AMBA) que llegan a Retiro, Constitución (Comuna 1) y Once (Balvanera, Comuna 3) para hacerlos converger en una monumental estación central bajo el Obelisco (Corrientes y 9 de Julio, Comuna 1). Iba a costar U$S3.000.000.000.
Ya se había suspendido la licitación de la nueva estación subterránea en Constitución (donde inclusive se autorizó el despeje de una playa de colectivos para instalar el obrador). Se suspendió también la compra de 169 nuevos trenes eléctricos de trocha ancha, precisamente los que podrían circular por los túneles para enlazar los ramales Sarmiento, Roca, Mitre y San Martín, informó Tiempo Argentino.