Descubrieron una placa en el acto a 25 años de la Masacre de Flores
Matías Bagnato, único sobreviviente, lucha para que el asesino siga preso. La recordación se hizo en la plaza de Baldomero Fernández Moreno y Dávila.
Este lunes se desarrolló un acto a 25 años de la Masacre de Flores. El encuentro se hizo en la plaza de Baldomero Fernandez Moreno y Dávila (Comuna 7). Estuvo presente Matías Bagnato, único sobreviviente del siniestro ocasionado por Fructuoso Álvarez González. Se descubrió una placa alusiva.
En el incendio murieron los padres de Matías, José y Olga, y sus dos hermanos, Fernando y Alejandro; también Nicolás, un amigo que se había quedado a dormir.
En el acto estuvieron presentes distintas personalidades como María Luján Rey, madre de Lucas, uno de los fallecidos en la Tragedia de Once; la diputada bonaerense Carolina Píparo; Viviam Perrone, integrante de Madres del Dolor; funcionarios del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación; entre otros. “A este lugar iba con mis papás y con mis hermanos a pasear a mis perros, es el lugar donde tengo los recuerdos más lindos”, dijo Bagnato.
Álvarez González fue capturado días más tarde del siniestro y fue condenado a prisión perpetua. La Justicia lo extraditó a España, de donde es oriundo; luego fue liberado, pero en 2011 se corroboró que había falsificado datos y volvió a prisión. El año pasado, el hombre solicitó a la Justicia, mediante la Ley de Extrañamiento, su expulsión del país. Matías pudo sentarse ante los jueces y pedir que Álvarez Gonzáles siga preso: la Cámara Nacional de Casación Penal confirmó el rechazo del pedido.
Bagnato ante Diario Popular dijo: “Más allá de los años, para mí todos los días son lo mismo, desde ese 17 de febrero no hay día que no sienta la ausencia de mi familia. Obviamente también tiene el condimento de que nunca puedo terminar de cerrar el capítulo; más allá de la ausencia, es estar siempre con todo este tema latente por la realidad a la que me somete la Justicia que es continuamente los pedidos de libertad anticipada que pide este monstruo”.
Bagnato dijo que el año pasado volvieron a llamarlo desde la Fiscalía para decirle que Álvarez González había iniciado los trámites de libertad condicional: “Cualquier ciudadano de pie no entiende y yo tampoco entiendo cómo puede ser que siempre pase lo mismo, que cada seis meses un detenido pueda pedir un beneficio. Vivo esto desde 2010 y no es vida”.
“Tuve una reunión con la Comisión Penal de la Cámara de Diputados y lo que planteé fue eso. Con los tiempos de los procesos penales en nuestro país, es una tortura para las víctimas vivir así. Él pide un beneficio y hasta que se expide la Fiscalía, luego el Juez, luego Casación y el proceso se termina, pasaron varios meses y otra vez está habilitado a pedir otro beneficio. Es una tortura porque mi vida se transforma cada vez que pasa esto. Yo no tengo duda de que si este tipo estuviera libre me mataría a mí y a mi abuela”, agregó.
La inclusión de una víctima dentro del juicio es un mecanismo incorporado por una ley, impulsada por Bagnato y otras víctimas de delitos, que establece distintas herramientas de protección para quienes sufrieron un delito. Se asegura la representación jurídica a las víctimas de delitos y crea la figura del defensor público en este contexto. Esta normativa es de orden público, es decir, no es necesario que cada provincia adecue su Código Procesal, sino que todo el país tiene que escuchar a las víctimas.
“Si tengo la posibilidad, voy a declarar. Cuando él me amenaza en 2010, a mí la Justicia no me deja acceder a los expedientes porque no formaba parte de la causa. Formar parte fue lo que logramos hace dos años por la Ley de Víctimas y en mi caso fue el primero en la justicia ordinaria. Tuve la posibilidad de ser escuchado por los Jueces de Casación. Si puedo, voy a ir a declarar otra vez. Es importante que los jueces me miren a la cara y me digan los argumentos por los cuales podría quedar libre”, aseguró Bagnato.