De Andreis dijo que el kirchnerismo dejó la Casa Rosada hecha un “monumento a la dejadez y el abandono”
El exsecretario general de la presidencia de la Nación durante la gestión de Mauricio Macri refutó dichos de funcionarios del Frente de Todos.
Fernando de Andreis, exsecretario general de la Presidencia de la Nación durante la gestión de Mauricio Macri, refutó dichos de funcionarios y representantes del Frente de Todos y dijo que el kirchnerismo dejó a la Casa Rosada hecha un “monumento a la dejadez y el abandono”.
La polémica surge porque el senador nacional del Frente de Todos por Neuquén, Oscar Parrilli, denunció este viernes penalmente a Macri y a de Andreis por “daño agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
“Literalmente esa escalera, que formaba parte del patrimonio histórico nacional -y que no pertenecía a ningún gobierno-, fue destruida y reemplazada por un ascensor”, según la denuncia que le apunta directamente al expresidente.
“El Gobierno de Mauricio Macri no contó con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos (que es obligatoria) para realizar esa intervención en la Casa Rosada y provocó un daño irreparable al patrimonio histórico nacional”, detalló Parrilli.
Este lunes a media tarde, de Andreis respondió con un extenso hilo en Twitter: “Declaraciones oficiales buscan crear la idea de que durante la gestión del gobierno de Mauricio Macri la Casa Rosada fue tratada con desprecio y negligencia. También se ha dicho que habríamos cometido abusos contra el patrimonio histórico nacional”.
“Es cierto que quedaron obras sin terminar, pero más cierto es que el tamaño del caos que encontramos después de 12 años del gobierno que nos antecedió superaba al de una gestión. (No se puede reparar en cuatro años lo que no se cuidó en doce)”, dijo.
“Vamos a ocuparnos de desmentir y probar donde sea necesario el tamaño de la falsedad de estas acusaciones, pero antes conviene recordar algunas cosas. Cuando asumimos el 10 de diciembre de 2015 encontramos la Casa Rosada en un estado lamentable”.
“El abandono era tan grande que decidimos no dar a conocer imágenes del estado de la Casa para evitar la tristeza que significaría para todos reconocer la dejadez del edificio más importante del país”.
“Sin embargo, ante las falsedades expresadas por autoridades del nuevo gobierno, que incluyen una escalera que ponía en peligro la seguridad de todos los empleados, parece oportuno que se vean algunas de esas fotos que muestran la verdad que encontramos”.
A través de distintas fotos, denunció estas irregularidades: “basura sobre el techo de la Casa de Gobierno como si se tratara de un edificio abandonado”; “basurales dentro del edificio”; “en el piso superior del despacho presidencial encontramos parafernalias de muebles rotos, basura, máquinas rotas”; “enjambre eléctrico mortal”; “instalaciones eléctricas obsoletas con conexiones improvisadas”; “la fachada daba vergüenza, rota, con arañas, palomas y hasta nidos de horneros”.
“Por donde se mirara la Casa Rosada era una ruina: los tapices históricos sin color, los baños hediondos, pasillos y patios con baldosas rotas, cerramientos sucios, las alfombras llenas de ácaros, la iluminación propia de una pensión sin mantenimiento, la impericia arquitectónica por todos lados, la improvisación, el peligro de incendios. Así la vimos en diciembre de 2015”.
“Entonces hicimos un Master Plan integral para tener una casa Segura, Sustentable y Eficiente. También participó la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires. Trabajamos para curar la Casa herida. Piso por piso, cuarto por cuarto, pasillo por pasillo, desde la infraestructura eléctrica, hasta las plantas del patio, en consultas permanentes con prestigiosos arquitectos y con la Comisión Nacional de Monumentos. No logramos terminarla, nuestra obra fue interrumpida, pero la Casa alcanzó a recuperar su orgullo y belleza que fue reconocido por las numerosas delegaciones internacionales que nos visitaron. Donde había un basural dejamos oficinas del siglo XXI”.
La Casa Rosada es un Monumento Histórico Nacional y la supervisión de su resguardo depende de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos Históricos.