Con mayoría propia, el oficialismo porteño buscará prohibir la actividad de “trapitos” y “manteros”

Desde hace años, el PRO busca sancionar leyes en este sentido, sin lograr hasta el momento reunir la mitad más una de las voluntades de los legisladores porteños. Ahora, que la relación de fuerzas cambia por la conformación del interbloque Vamos Juntos, los proyectos podrían ver la luz.

Desde hace años, el PRO busca sancionar leyes en este sentido, sin lograr hasta el momento reunir la mitad más una de las voluntades de los legisladores porteños. Ahora que la relación de fuerzas cambia por la conformación del interbloque Vamos Juntos, los proyectos podrían ver la luz.

El oficialismo de la ciudad de Buenos Aires insistirá en los meses que restan antes de fin de año con normas que prohibidan, lisa y llanamente, la actividad de “cuidacoches” o “trapitos” y la venta ilegal callejera realizada por los llamados “manteros”.

El conflicto con los trapitos viene desde hace años, y tiene que ver con cómo fue redactado el artículo N° 79, que plantea que para que haya un castigo al trapito debe probarse que haya “exigido” una retribución, para lo cual hacen falta testigos o grabaciones fílmicas, por lo que casi todas las causas contravencionales contra estos infractores terminan archivadas.

En varias oportunidades en los últimos años el macrismo intentó directamente prohibir la actividad, pero nunca consiguió de la oposición el consenso para llegar al mínimo de 31 votos necesario para la reforma. A su vez, en 2012 el Ejecutivo vetó una ley que proponía legalizar a los trapitos a través de un registro oficial.

Según da cuenta hoy el diario Clarín, el interbloque Vamos Juntos podría alcanzar por su cuenta los votos necesarios, y el propio oficialismo aseguró este año que iban a insistir con la prohibición. Por lo pronto, en la Comisión de Justicia confirmaron que con la reforma del Código de Contravenciones se reabrirá el debate, porque hay proyectos presentados para reformar artículos puntuales de la norma, incluyendo algunos que piden la prohibición.

La situación de los manteros también es polémica. Es que el artículo N° 83 plantea que no hay contravención si sólo se venden productos que no impliquen una competencia desleal hacia los comercios. De todas formas, la problemática de la venta ilegal se alivió mucho en el último año y medio, por los desalojos en avenida Avellaneda, Once y otros centros comerciales donde abundaban los manteros.

Para el legislador PRO Roberto Quattromano, autor de iniciativas prohibicionistas de la actividad (que también incluyó en sus proyectos a los “limpiavidrios”) la intensificación de los controles en los espectáculos masivos como partidos de fútbol de gran convocatoria o recitales de artistas extranjeros ha empujado a estas bandas hacia los barrios, donde se adueñan de los espacios contiguos a escuelas y parroquias.

“Detrás de esta gente hay mafia” dijo Quattromano en 2014 a Diario Popular, y agregó: “los hemos visto actuar en la 9 de Julio donde en las esquinas a cierta hora pasa un recaudador para llevarse el dinero obtenido bajo presión a los automovilistas”.

Para el legislador del Pro, alineado políticamente al ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo,”la única manera de frenar este abuso es prohibiendo la actividad, con multas y detención de los que la lleven a cabo, penas que serán agravadas en el caso de los organizadores”.

El citado matutino también da cuenta de que las multas por contravenciones -entre las que se incluyen estas actividades ilegales- serán más caras y subirán con la inflación, según un proyecto en el que trabaja el oficialismo con la finalidad de actualizar los valores que deben pagar los infractores, que están congelados desde 2004. Entre las faltas alcanzadas por el código contravencional están también los casos alcoholemia positiva, vandalismo, ruidos molestos o piquetes.

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